Tiene la voz aterciopelada y se muestra muy risueña. Le encanta hablar de música, aunque nunca sepa por dónde empezar. Su trayectoria es tan larga que le cuesta resumirla en unas pocas palabras. Es pausada a la hora de comunicar, pero cuando se emociona coge carrerilla y no hay quien la pare. Ester Andújar es una de las jóvenes promesas del jazz español. La cantante cierra esta noche el «II Festival de Jazz Ciudad Zamora». Lo hace presentando su último trabajo ,«Páginas Preciosas», un repaso a todos los estilos de música que le han influido en su vida. A partir de las once y media, la plaza de Viriato encenderá sus luces para arropar al sonido de la intérprete valenciana.

—¿De dónde surge su pasión por la música?

—Empecé a estudiar música en el instituto como una asignatura opcional y poco a poco me fue enganchando. En esa época formamos el primer grupo «The Black Train» y empezamos a realizar pequeños conciertos. Al principio era una afición sin más, pero con el tiempo se fue convirtiendo en algo muy importante para mí. Desde ese grupo inicial fui pasando por otras formaciones y aprendiendo con la experiencia. Comencé a tomar clases de música y a formarme con una mentalidad más seria.

—¿Siempre tuvo claro que quería dedicarse al jazz?

—A lo largo de toda mi vida me ha tocado hacer de todo. Estuve durante siete años en una orquesta para sobrevivir económicamente y la verdad es que en España esa es la única forma de aprender a cantar. En los momentos bajos de mi vida me ha tocado cantar de todo, la vida de un músico en nuestro país es muy complicada. El jazz siempre ha sido uno de mis estilos preferidos y el principal camino de mi trayectoria, pero también he hecho algo de pop, bossa nova o funky. Todo depende del estado de ánimo en el que me encuentre.

—Desde sus inicios ha recibido numerosas críticas positivas. ¿Cómo se lleva el éxito?

—Me ha animado muchísimo saber que le gusto al público, cuando un crítico te hace una buena crítica no sabe hasta que punto nos importa. La verdad es que cuando eres joven te ayuda a seguir intentándolo. Aunque no te creas que no he recibido críticas negativas, pero esas prefería olvidarlas y centrarme en lo bueno (dice divertida).

—¿Cuál ha sido su evolución?

—Pues la experiencia me ha ido moldeando. Con el paso del tiempo se va alcanzando una madurez que al principio no tienes. Los años de trabajo duro de orquesta han sido un buen entrenamiento. Durante todo este tiempo he vivido en una mezcla de lo que uno quiere hacer y lo que puede. Para sacar un disco tienes que pararte a pensar y planificarlo. Yo no saco un trabajo si no tengo todo claro. Precisamente no es que tarde poco en sacar nuevos trabajos, soy la «tortuguita» del jazz (ha tardado cuatro años en volver a sacar un álbum). Mis dos discos anteriores han sido más clásicos y con «Páginas Preciosas» rompo con el sonido tradicional.

—¿Qué ritmos se encuentran en «Páginas Preciosas»?

—Este disco recoge algunas de las canciones que habían quedado en el tintero. Son temas que había compuesto en algún momento de mi vida y que me han marcado. Rompe con los trabajos anteriores porque es íntegramente en español y valenciano. Es una mezcla de estilos hecha desde el corazón. He mamado mucho del jazz pero también de ritmos más pop o de la bossa nova. No me gusta cerrar mi mente, hay que ser creativos en todos los estilos.

—Por lo que dice, ¿cree en la fusión de ritmos?

—Creo en la música bien hecha. Me gusta mucho el jazz pero no tengo ningún prejuicio a la hora de tocar otros palos. No entiendo a los puristas, me parece que deberían abrir sus mentes. En la música se tiene que disfrutar y hacer gamberradas. Experimentar y hacérselo pasar bien al público. Además, el jazz nace de una fusión de estilos así que su evolución seguirá siendo el mestizaje.

—¿Cantar en castellano hace que la música pierda protagonismo?

—He intentado que no sea así, mi sensación es que en el disco hay un equilibrio entre las letras y la parte musical ya que las considero igual de importante. Si que es verdad que al cantar en español es más fácil caer en el tópico del cantautor donde lo que importa es la letra pero en mi caso no es así. Canto en castellano y en valenciano ya que no creo que el jazz tenga ningún tipo de fronteras. No tiene nada que ver el idioma en el que cantes para sentir la música de una manera u otra. El arte no tiene límites y menos los geográficos.

—¿Cuál es su opinión sobre el «II Festival de Jazz Ciudad Zamora»?

—Estuve hace muchos años en la provincia, pero ya casi ni me acuerdo. He estado siguiendo todo el festival y me parece maravilloso, estoy muy emocionada por cerrarlo. Los artistas que han venido tienen una gran calidad y además ha habido mucha variedad que siempre está bien. Me ha sorprendido que una ciudad del tamaño de Zamora haya organizado un festival como este. Ya quisiéramos en Valencia tener algo así.

—¿Cómo ve el panorama musical?

—A nivel de músicos, creo que estamos en un momento maravilloso. Sin embargo, las oportunidades de crecimiento son nulas. Siempre nos hemos tenido que buscar la vida para estudiar y formarnos. En los conservatorios no se podía estudiar la música contemporánea lo que me parece de un país retrógrado. Ahora, estamos notando la crisis de forma más acentuada. Se están cerrando muchas salas y la venta de discos ha caído en picado. Pero nadie se hace músico esperando que la vida sea fácil. Yo me voy a Boston porque me han dado una beca para estudiar en Berklee.