IU propone «una línea de máxima austeridad» con la que, entre otras cosas, se podría evitar un gasto de 1,6 millones de euros si se llevara a cabo una «limpieza de dinero mal empleado». El diputado Francisco Molina alude a los gastos que ocasionan los diputados y su «séquito» de liberados y personal de confianza, «excesivos»; a partidas «ofensivas» como «los 90.000 euros en protocolo» frente a los 60.000 para consultorios médicos; y a otras partidas no esenciales «para crear clientelismo». IU propone pedir un préstamo de 12 millones en 2009 en vez de 32 millones en tres años.