Susana Arizaga

A las cinco de la tarde seis bomberos alzaron el ataúd para echárselo al hombro y conducir a su compañero desde el Ayuntamiento de la capital hasta la iglesia de San Torcuato, donde tuvo lugar la vigila en recuerdo de su compañero Luis Angel Puente Román. Su viuda, Silvia, y sus padres Manuel y Adelina, desconsolados, desarmados por el dolor seguían al féretro. No estaban solos: cientos de personas, en su mayoría jóvenes, volcaron todo su cariño hacia la familia, recordaron al amigo y abrazaron a su esposa y sus padres. El salón de plenos del Ayuntamiento, donde se instaló el féretro, custodiado por cuatro bomberos de forma continuada (con turnos de diez minutos), fue un constante ir y venir de gente desde las dos de la tarde. A esa hora la Plaza Mayor irrumpió en aplausos para recibir al bombero fallecido. Compañeros llegados de toda la Comunidad Autónoma, amigos y ciudadanos se encargaron del caluroso recibimiento, al que la joven viuda, Silvia, se sumó desde el balcón de la Alcaldía, donde esperaba desde la una de la tarde la llegada de su esposo fallecido: abrió las ventanas y se unió a la ovación. Resultaba imposible contener las lágrimas en un escenario desolador. Sobraban las palabras: la mirada perdida de los bomberos del Parque de Zamora, su semblante contenido, las marcadas ojeras de tantas horas de vigilia, decían todo.

Las banderas a media asta anuncian los tres días de luto de la ciudad, por lo que el Ayuntamiento suspende sus actos oficiales hasta el miércoles. Posiblemente mañana se celebre el Pleno para conceder la Medalla de Oro de la ciudad a Luis Angel. La Subdelegación del Gobierno prepara la imposición de la Medalla al Mérito de Protección Civil.

Declaración institucional de la alcaldesa

«En estos duros momentos quiero manifestar, en nombre de toda la Corporación, el profundo dolor que sentimos por el fallecimiento del bombero Luis Angel Puente Román, y testimoniar, en nombre de todos los zamoranos, nuestro agradecimiento por su labor de servicio a los ciudadanos y por su enorme generosidad, entregando heroicamente su vida en acto de servicio. Queremos hacer llegar a su familia, especialmente a su viuda, hijos y padres, nuestro afecto y pesar, y ofrecerles todo nuestro consuelo y solidaridad en estos momentos cargados de profunda tristeza para toda la Corporación y toda la ciudad. Como todos los zamoranos, me siento orgullosa de la labor que a diario realizan en Zamora los miembros de nuestro Cuerpo de Bomberos. Los zamoranos estaremos en deuda permanente con quienes arriesgan su vida a diario en favor de la protección de los ciudadanos. Mi gratitud, pues, a Luis Angel Puente, a Andrés del Teso - quien también ha demostrado su valor, humanidad y entrega arriesgando su vida para salvar la de los demás- y a los bomberos Francisco Sevilla, Asier Villalón, Miguel Angel Rodríguez Mayoral, Primitivo Martín, Carlos Fernández, Abel Peralta, Lucas Carracedo, Diego González y Miguel Angel López, quienes han participado con valentía y entrega en la trágica operación de salvamento. Como testimonio del profundo dolor que nos embarga, el Ayuntamiento de Zamora ha decretado 3 días de luto oficial, suspendiendo todos los actos oficiales programados por la institución hasta las 24 horas del próximo martes. Todas las banderas del Ayuntamiento ondearán a media asta en señal de duelo por esta terrible perdida. Así mismo le será concedida la Medalla de Oro de la ciudad como reconocimiento a su extraordinaria labor, ejemplo de compromiso y generosidad en el cumplimiento del deber profesional más allá de lo razonablemente exigible». «Nos preocupa cómo asimilará la familia su muerte, deja dos niños pequeños» Todas las miradas se dirigían ayer hacia la familia. Esa era la máxima preocupación de las autoridades y de los compañeros del bombero Luis Angel Puente Román. «Lo que nos preocupa ahora es la familia, deja dos niños pequeños -de siete y cinco años-, a ver cómo lo van a asumir. Haremos lo imposible por ellos, es lo menos que podemos hacer por Luis Angel». Su compañero José María Gutiérrez era el encargado de hablar con los periodistas sobre la tragedia. La alcaldesa, Rosa Valdeón, hacía lo propio en nombre de funcionarios y concejales, mostraba «la solidaridad de todos, de la ciudad con su viuda y sus hijos, que han perdido a su padre en un acto heroico». Valdeón destacó la acción de los bomberos, «acostumbrados a situaciones de emergencia y riesgo», aunque destacó «en este caso el rasgo de generosidad» de Luis Angel, que falleció tras prestar su cuerda a un piragüista para impedir su muerte.