Es una gran aventura: el estudio y la traducción de la "Trilogía" de la norteamericana Hilda Doolittle (1886-1961), aquella escritora que siempre firmaba los trabajos con sus iniciales. La zamorana Natalia Carbajosa publica su versión al castellano de esa obra -se incluyen "No caen las murallas", "Tributo a los ángeles" y "La floración de la vara"- en la editorial Lumen. H. D., poeta feminista, visionaria y modernista: su "Trilogía" -donde aparecen el amor, la muerte y ¿la redención?- es una de las grandes líricas del siglo XX.

El prólogo de la profesora de la Universidad de Cartagena constituye un detallado análisis de la trayectoria, vital y literaria, de Hilda Doolittle. La amistad y el amor con Ezra Pound le sirvió para acceder a «los círculos de la vanguardia» de Londres. La proclamación de la II Guerra Mundial -entonces vivía en Londres- significó como un aldabonazo en su conciencia. «Se ve de pronto impelida a dar una respuesta emocional, espiritual e intelectual a su vivencia de la contienda». Así, la primera parte de la "Trilogía" apareció en 1944. Las otras: en 1945.

Carbajosa perfila la figura de Hilda Doolittle. La física y la literaria. La última: «Hoy, se considera que la "Trilogía" forma parte, por derecho propio, de esos poemas de dimensiones épicas y ambición universal, escritos durante o inmediatamente después de la II Guerra Mundial». La profesora-traductora apunta que «tanto la vida como la obra» de la norteamericana «se sitúan en todo momento del lado de la modernidad. La norteamericana emplea «un estilo sencillo, apoyado en versos casi siempre breves, de ritmos y rimas internos». Son, en ocasiones, «casi susurros, ecos, música callada».

Natalia Carbajosa, autora de interesantes poemarios y relatos, ha culminado con brillantez una aventura que se convirtió en dura empresa.