El programa Life, financiado por la Consejería de Medio Ambiente y la Unión Europea para la conservación de la náyade, una especie de mejillón de río conocido en algunos lugares de la provincia con el nombre de "cunca", servirá para elaborar el plan de acción de conservación de estos ejemplares en toda la Comunidad Autónoma, señalaron ayer los biólogos responsables del proyecto, Pablo Santos y Javier Morales.

El mejillón de rio o náyade es un molusco bivalvo de gran tamaño que en España habita únicamente en unos pocos ríos de Asturias, Galicia y Castilla y León. La provincia de Zamora es una de las que tiene las poblaciones más importantes, sobre todo en los ríosNegro, Tera y Bibey, aunque también existen colonias menores en el Agueda (Salamanca) y el Alberche (Avila). Las náyades viven exclusivamente en ríos con aguas frías, limpias y claras, por lo que se consideran unos excelentes bioindicadores, ya que su presencia conlleva que el ecosistema se encuentra en un buen estado de conservación. Estos moluscos se alimentan filtrando gran cantidad de agua (hasta 50 litros al día), contribuyendo así a la depuración de los ríos, señalaron los expertos, que ofrecieron ayer una conferencia en el Campus Viriato, coincidiendo con una exposición sobre la náyade montada en el vestíbulo de la Escuela Politécnica Superior. Al tratarse además de especies longevas, que llegan a superar el siglo de vida, a través del estudio de los anillos permiten conocer la evolución de la calidad de los ríos. El ciclo vital de la especie está muy relacionado con la presencia de truchas en su entorno, ya que las larvas se fijan sobre las branquias del pez y después de algunas semanas se sueltan como pequeños ejemplares juveniles.

El proyecto Life de la náyade ha estudiado concienzudamente su hábitat y los distintos factores que le afectan, con el fin de establecer un plan de gestión que permita su supervivencia. Se ha estudiado, por ejemplo, la mejor forma de tala de la vegetación de ribera para preservar el medio ambiente o la eliminación de residuos orgánicos e inorgánicos que pueda afectarle.

Paralelamente se han llevado a cabo campañas de sensibilización social, tanto en las zonas donde se encuentran las poblaciones de náyade como en el resto del territorio, para promover la importancia del mantenimiento de los ecosistemas acuáticos.