Las antiguas instalaciones de San Jerónimo sufrieron ayer un nuevo incendio, el segundo en una semana y prácticamente a la misma hora que se declarara el que, la semana pasada, arrasó parte de las instalaciones. Esta vez los daños son menores porque los bomberos pudieron sofocar rápidamente lo que, según las primeras informaciones de la Policía Científica, es un fuego intencionado, probablemente con un "cóctel molotov" lanzado tras romper el cristal de una de las ventanas de la nave B-15, donde se almacena material de fontanería. El fuego sólo afectó a unos tubos que se emplean en las conducciones de gas. La Policía, que ayer tomó declaración al arrendatario, proseguirá hoy la recogida de muestras para establecer con certeza el origen del incendio, mientras continúa con la investigación del siniestro declarado hace siete días. Los bomberos recibieron el aviso sobre las 23.40 horas y, dada la premura con que actuaron, pudieron sofocar las llamas en sólo un cuarto de hora. En los alrededores del complejo industrial se palpaba ayer la preocupación y los comentarios de que era «demasiada casualidad» la coincidencia de ambos siniestros y expresaban su temor de que el suceso pudiera repetirse, por lo que algunos arrendatarios incluso se planteaban la posibilidad de sacar el material que apilan dentro. Por otro lado, los bomberos sofocaron otro fuego en Coreses, al lado de la autovía, en el que ardieron 2,5 hectáreas de matorrales.