El intenso viento registrado durante la jornada del domingo, con rachas que alcanzaron una velocidad de 50 kilómetros por hora, causó varios daños materiales en la capital zamorana que hicieron necesaria la intervención de los bomberos en sucesivas ocasiones para prevenir situaciones de peligro para los viandantes. Así ocurrió en la calle Mediodía, situada en el barrio de Olivares, donde las fuertes corrientes de aire obligaron a retirar un árbol ante el riesgo de que se desplomará sobre la vía pública.

Lo mismo ocurrió en la avenida Galicia, donde se tuvo que cortar otro árbol situado en la vía pública en previsión de que pudiera llegar a provocar algún incidente.

Otro de los efectos causados por el fuerte viento registrado durante la jornada del domingo fue la caída parcial de una antena de televisión instalada en un edificio cercano al parque de León Felipe, donde los Bomberos intervinieron para proceder a su retirada antes de que pudiera llegar a caerse al suelo y producir riesgos para los transeúntes.

Además, la sujeción de las vallas colocadas en la Plaza Mayor para indicar el desvío provisional del tráfico como consecuencia de las obras de remodelación del pavimento que se realizan en la zona, también tuvo que ser reforzada ante el riesgo de que pudieran ser arrastradas por las fuertes rachas de viento registradas.

Según los datos facilitados por el Centro Meteorológico Territorial de Castilla y León, la racha máxima de viento registrada en Zamora se produjo en torno a las 15.20 horas del domingo, cuando alcanzó una velocidad de 14,9 metros por segundo, equivalente a una media de 53 kilómetros por hora. Una intensidad calificada como «fuerte» por los expertos, que otorgan este nivel en el momento en el que las corrientes de aire superan los 50 kilómetros por hora. Los especialistas consultados consideran las cotas alcanzadas como «no habituales», aunque tampoco «extraordinarias», ya que se pueden alcanzar rachas mayores.

Durante el resto de la jornada, la intensidad fue floja hasta las dos de la tarde, hora a partir de la cual la velocidad del viento aumentó a moderada y se situó en una media de 20 kilómetros por hora, con intervalos puntuales de viento que llegaron a los 50 kilómetros por hora. La dirección en la que sopló el viento durante toda la jornada fue suroeste.

En otros puntos de la provincia zamorana también se registraron similares rachas de viento, aunque a distinta hora. Este fue el caso de Benavente, en la que los mayores golpes de aire se produjeron dos horas más tarde que en la capital zamorana y tuvieron lugar en torno a las 17.50 horas, con una intensidad que también se elevó a los 14,9 metros por segundo, sin llegar a causar grandes daños materiales.