PERFIL

Alberto Rodríguez Barrios

Zamora, 1986

Así es: «inquieto. Siempre trato de buscar el porqué de las cosas. No me conformo con cualquier explicación. Procuro entenderlas en su profundidad. Y si no, no me las creo». Y así le parece. Alberto Rodríguez Barrios es un joven de espíritu «alegre»...y trabajador. Cuando no estudia, diseña o intenta aprovechar las utilidades de lo aparentemente inservible, escucha flamenco o pasea, cuida frutales o pedalea. Tiene una nota media en la carrera que supera el 8. Y tiene confianza en Zamora. «La ciudad no se muere. Se halla viva». ¿Acaso esta tierra no precisa jóvenes que crean firmemente en ella? Ahí comienza el futuro... Eso merece nota alta.

- Acaba Ingeniería Técnica Industrial, en la Escuela Politécnica de Madrid. Presenta el proyecto ("Realización de patrones de dispersión de modo por polarización"), y le dan la máxima calificación. Por un artilugio para contrastar los aparatos de medida de las fibras ópticas. Explíquese.

- Al realizar una instalación de fibra óptica debe comprobarse que es capaz de transmitir una determinada velocidad de datos. Y eso se mide con unos aparatos específicos. Nosotros hemos hecho unos patrones para calibrar esos aparatos... Si se comercializaran, su precio sería elevado: alrededor de 1.000 euros cada patrón.

- Ingeniero vocacional. ¿Con los conocimientos de ahora y la constancia de los de antes?

- Me gusta estudiar, y, sobre todo, lo que hago. Por eso me va bien. Llevo las cosas al día y trato de extraer lo máximo de cada explicación.

- Le gusta inventar. Ha realizado una veintena de diseños. ¿De todo clase?

- Me gusta buscar soluciones a algunos problemas que surgen en la vida. En un cuaderno, hay muchas ideas anotadas. Pero el asunto de las patentes tiene una gran complejidad legal. De ahí que no haya desarrollado ninguna de ellas. Una serviría para mejorar considerablemente el transporte. Facilitaría mucho la conducción de vehículos articulados, mediante un sistema informático y mecánico. Otra: serviría para la limpieza de las piscinas, sin la necesidad de recoger diariamente las hojas depositadas en la superficie. Hay ideas...

- Su gran afición es la mecánica, y se ha especializado en ella, aunque también disfruta con la electrónica. ¿Quién tiene más mérito: Fernando Alonso o sus mecánicos?

- Yo soy aficionado a la automoción, y la mecánica es la rama más relacionada con aquélla. Ultimamente, también la electrónica. Cada vez más...

- ¿El mérito: de Alonso o de sus mecánicos?

- Los dos tienen mucho mérito. En los mecánicos, es superior al que se les reconoce públicamente.

- Para usted, seguro que hay muchas cosas aprovechables en los desguaces.

- Muchísimas. Yo soy muy aficionado a ir a los desguaces. Compré mi coche cuando ya lo destinaban a eso. Y lo he reconstruido con piezas del desguace. Me encanta ir allí, porque aprendes mucho con el desmontaje de piezas de automóviles. Estos son máquinas que se componen de muchos aparatos, y diversos, así como de electricidad, mecánica, electrónica. Es una forma muy provechosa de aprender.

- ¿Del trabajo también se puede hacer un "hobby"?

-Creo que sí. Yo elegí esta carrera para tratar de meterme en lo que había sido mi afición toda la vida. El trabajo puede convertirse en un "hobby". Y eso es muy provechoso. Si te gusta lo que haces, obtienes unos beneficios más altos.

- ¿Inventar es cosa de ingenio o de talento?

- Las dos. Ingenio para solucionar una cosa de la mejor forma posible y talento para ser capaz de ver los problemas y buscar las soluciones.

- ¿España es un país de chapuzas, pero no de inventores?

- Los españoles tenemos muy creído que somos un país de chapuzas, pero no es así. En energía eólica y solar, la industria española es puntera. Si pensamos que somos malos, nos convertimos en malos. Pero disponemos de un potencial muy importante en ingeniería y en industria. El "Hispano-Suiza" fue uno de los mejores automóviles de la historia, y lo hemos dejado perder. Y también dispusimos de la Pegaso. Tenemos potencial para ser buenos. Pero si no nos lo creemos, resulta difícil explotarlo.

- ¿Resolver un problema es más emocionante que escuchar el quejío de un gran cantaor en una noche afortunada?

- Son cosas diferentes, y se puede disfrutar mucho con cada una de ellas. Son sensaciones distintas, pero agradables.

- ¿Usted le da muchas vueltas a las cosas hasta encontrar el quid de las mismas?

- Sí, cuando hago proyectos en mi casa. Me paso días con el planteamiento de los esquemas, estudiando los enfoques...hasta que defines la idea definitiva.

- Su padre nunca tuvo que decirle: «¡Estudia!».

- No. Nunca. Al contrario. Alguna vez me ha dicho: «Deja de estudiar. Sal a la calle, airéate».

- ¿Existen muchos grandes maestros en la Universidad...o hay que buscarlos con un candil?

- En mi carrera, me he encontrado con grandes profesores. Muy buenos. Pero no todos los que deberían existir en una Escuela de Ingeniería. Me he encontrado con unos cuantos, pero hay pocos. Predomina la mediocridad: los que sólo aportan lo que viene en el libro y poco más. Y existen tantos muy buenos como muy malos.

- ¿Usted es un joven atípico?

- Creo que sí. En los estudios, voy mejor que la media y tengo unas aficiones muy poco comunes (flamenco y bricolage). Sin embargo, no me gusta nada el fútbol.

- El futuro no está escrito. ¿Y dibujado?

- Pueden marcarse unas pautas, para que vaya por donde uno quiere. Yo tengo la intención de volver a Zamora. Me gusta esta ciudad porque tiene una gran calidad de vida. Y se trata de buscar tu oportunidad. Aquí puede encontrarse un trabajo de ingeniero como en otro lugar.

- Pudo cursar la carrera en el Campus Viriato. Sin embargo...

- Fue una decisión muy difícil: ir a Madrid para cursar la misma carrera. Tengo la intención de regresar a Zamora, y quería vivir una etapa de mi existencia lejos y conocer otros ambientes. Me costó tomar la decisión, pues tenía muy buenas referencias de la Escuela de Industriales de aquí.