La Fiscalía de la Audiencia Provincial investigará si el ex jefe de la Unidad de Carreteras de Zamora, Diego Morillo -con un expediente abierto ya por el Gobierno por su gestión al frente de ese organismo- cometió ilegalidades en el diseño de los accesos a la autovía A-11 en las inmediaciones de Monte La Reina y a la entrada de la capital zamorana.

A las dependencias judiciales no había llegado ayer aún ninguna comunicación de la Subdelegación del Gobierno en Zamora, organismo que deberá tomar la iniciativa tras la denuncia efectuada desde IU sobre informes técnicos contradictorios relativos a la conexión con la capital, que Diego Morillo habría variado sin justificación aparente en poco más de un año. Sobre ambas cuestiones versará la reunión que mantendrá hoy el subdelegado del Gobierno, Carlos Hernández, con responsables de IU.

En el caso de los accesos a Toro, en Monte La Reina, IU solicitó la investigación sobre el diseño de una curva en las inmediaciones del recinto militar para, supuestamente, preservar un encinar, previo estudio de impacto medioambiental. El proyecto ejecutado, en base a esos informes, por la Unidad de Carreteras, entonces dirigida por Morillo, supuso realizar una curva pronunciada y ampliar el recorrido en 2,5 kilómetros respecto del trazado que podría haberse hecho, puesto que el encinar apenas se sitúa unos metros más allá del recorrido recto de la autovía. Lógicamente, el presupuesto de la obra también se vio incrementado en una cantidad importante, añade IU. Este era uno de los trazados previstos en el anteproyecto.

Pero las razones medioambientales que justificaron este «bucle», en el que hacia la mitad se construyeron accesos en forma de scalextric hacia Matilla La Seca y Fresno de la Rivera, perderían toda su validez, según IU, cuando posteriormente el Ayuntamiento de Toro pretende recalificar para uso industrial terrenos incluidos en ese espacio supuestamente protegido, en la inmediación de la curva y próximos a las conexiones con las localidades mencionadas. La denuncia de IU ante la Subdelegación para aclarar esas contradicciones obligó al Consistorio de Toro a paralizar el acuerdo, publicado en el BOCyL el 9 de noviembre de 2005.

Accesos a la capital

IU también denunció los informes contradictorios emitidos por la Unidad de Carreteras de Zamora, bajo la gestión de Diego Morillo, sobre los accesos de la A-11 a la altura de lo que sería luego desarrollado como el Plan Parcial Benedictinas. El trazado inicial discurría de forma paralela a la carretera N-122, que se convertía en vía de servicio a la entrada de la capital. El informe de Carreteras advierte de que este diseño, que convierte en «rápido y seguro» el acceso a la ciudad es «incompatible» con el desarrollo de Benedictinas y que el Ayuntamiento debe elegir entre una u otra actuación.

Meses después, el criterio varía y se acepta la modificación propuesta por los promotores de Benedictinas que implica el uso de la antigua carretera, desdoblada, para conectar la Autovía con la capital y «se crea una enorme curva de 90 grados, la que existe en la actualidad, que, por un lado, conecta directamente con la carretera de La Aldehuela; y, por otro, con el Alto de los Curas», indicó entonces Francisco Guarido, concejal de IU. El nuevo trazado -tras el informe firmado por Morillo que a criterio de IU debería haber emitido la Demarcación Territorial de Carreteras- deja libres para poder construir todos los terrenos del lado derecho de la N-122, alrededor de 2.700 metros cuadrados para edificar viviendas y un centro comercial.

Un año después la Unidad de Carreteras negaría, en un nuevo informe, la autorización para los accesos a las parcelas del Plan Parcial de Benedictinas, para concederla por segunda vez unos meses después, ante las protestas de los promotores ante el Ayuntamiento.

El expediente informativo, a expensas de informes de Madrid

La resolución del expediente informativo incoado por la Administración central para determinar si Diego Morillo cometió o no irregularidades en su gestión al frente de la Unidad de Carreteras de Zamora, durante 18 años, está pendiente de informes que debe emitir el Ministerio de Fomento. El expediente puede dar lugar a otro disciplinario si se desprende la comisión de anomalías en la tramitación y ejecución de obras realizadas por Fomento en la provincia cuando Morillo era el responsable del área en Zamora.

Hasta el momento, el Ministerio ha auditado la obra del corredor de Roales para conocer con exactitud los cambios que introdujo en el proyecto inicial el ex jefe de carreteras, que llevó a cabo sin seguir los pasos administrativos preceptivos, según la denuncia de los empresarios afectados. La modificación posterior costó al erario público 541.000 euros a mayores del presupuesto inicial. Asimismo, Fomento hubo de modificar el proyecto de la Ronde Norte de la capital, la conexión entre la N-122 con la futura autovía Ruta de la Plata, después de que el elaborado por Morillo fuera rechazado cuando ya se le había destituido como jefe de la Unidad de Carreteras.

Otro de los frentes abiertos está relacionado con la reparación del Puente de Hierro: el sobrecoste del proyecto sin modificado en casi 300.000 euros; el impago de 60.000 euros al Ayuntamiento por el servicio de autobús que sí abonó la empresa adjudicataria de la obra; y la ejecución de accesos al viaducto, hechos por otra empresa.