Dos poemarios en un solo volumen. Natalia Carbajosa publica "Los reinos y las horas", reflexión sobre la lírica, y también "Himeneo y sus nombres", apasionado canto al amor. La zamorana, que es autora de otros dos libros de poesía (Los puentes sumergidos y Pronóstico), inicia el doble trabajo, en Editora Regional de Murcia, con un común "Prólogo".

"Los reinos..." consta de 21 poemas, acogidos a 4 secciones. "Himeneo...", por el contrario, es un extenso poema, dividido en 19 estancias, además de introito y coda. En el primero, Carbajosa estudia el dolor y el placer. Por eso dice que «sólo sentir es conocer / sin volición». Por eso afirma que, para ella, «de la piel las sombras, la serigrafía». Hay, a veces, un tono culturalista, una evocación de los clásicos que abrieron brecha a otros clásicos. Con palabras sencillamente hermosas. Hay una serenidad llena de belleza: «En la oscuridad del lecho / oigo cómo la ropa se llena / no de mí, sino de lluvia, y comprendo». Eso es en "Imprevisto". Pero sucede en otros poemas, traspasados de un tono hecho de lucidez y sosiego vital. Se crean imágenes de frescura no rebuscada. Y se hace sitio a la ironía.

"Himeneo y sus nombres" es el canto pleno, sensual, de la mujer enamorada. Y, con él, otras esencias: la educación sentimental, la entrega desperdiciada, la comunión de la carne y el espíritu, «el sueño» que «se hace tacto», la memoria.