La Ley de Mediación Familiar de Castilla y León, recientemente aprobada, facilitará la adopción de acuerdos, «descargará los juzgados», y beneficiará el primer año a entre 200 y 300 parejas, de las que un 10% serán zamoranas. Las previsión fue apuntada ayer por la consejera de Familia, Rosa Valdeón, que asistió en Zamora a la inauguración del II Congreso Internacional de Mediación Familiar, que se desarrolla hasta hoy en la capital, con la asistencia de 400 personas y la participación de especialistas de Gran Bretaña, Brasil e Italia.

La Junta de Castilla y León costeará el servicio a las parejas con escasos recursos, para lo que se realizarán valoraciones, y la idea es que llegue a todas aquellas en proceso de separación para que «en el momento de crisis haya una solución pacífica», señaló la consejera al tiempo que se hacía eco del aumento de los equipos de apoyo familiar y los puntos de encuentro en la Comunidad.

Como «las soluciones de ruptura no se imponen, se pactan, se cumplen mejor», de ahí que se prevea que haya una descarga en los juzgados. Los mediadores pueden proceder de diversos campos profesionales, como la psicología, la abogacía o el trabajo social, a los que pertenecen muchos de los 400 asistentes al congreso, formados ya como mediadores, o «en disposición de serlo». Los mediadores deben tener, y acreditar, una formación específica. El Gobierno regional regulará tal actividad y certificará la formación.

La ley de Mediación Familiar ha sido «objeto del apoyo mayoritario de todos los grupos, por eso hemos entendido que estas jornadas son una buena ocasión para hablar de la mediación y ver qué requisitos se necesitan», apuntó Valdeón.

La mediación familiar se entiende como «un instrumento de intervención en conflictos familiares que favorece la comunicación entre las partes, su libertad y su dignidad como personas, evitando procesos judiciales y generando acuerdos eficaces». En la actualidad se tramita el reglamento de desarrollo de la normativa.

En su intervención ante los 400 participantes, Rosa Valdeón repasó las medidas de apoyo de la Junta a las familias

Una herramienta para prevenir casos de violencia doméstica

La mediación puede contribuir a evitar o prevenir casos de violencia doméstica durante el proceso de separación de la pareja, al acercarse posturas para llegar a acuerdos. Así lo indicó ayer Antonio Núñez, director general de Familia, quien puntualizó que la mediación no sirve cuando ya hay malos tratos «porque no hay igualdad entre las partes».

La mediación no tiene por qué ceñirse a los procesos de separación, sino que puede ser muy útil en otro tipo de problemas, con padres en edad avanzada, por ejemplo, o en casos de herencias. De lo que se trata es de «intentar poner de acuerdo a la familia», añadió el director general mientras hacía un paralelismo con la eficacia del arbitraje en los conflictos laborales. Núñez resaltó la importancia de la voluntariedad para poder llevar a cabo la mediación.

El congreso prosigue hoy en el centro cultural La Marina de Caja España, con dos mesas redondas, una sobre los aspectos prácticos de la nueva normativa; la otra, sobre las dificultades y los retos de la mediación familiar. También habrá una conferencia sobre el presente y futuro de la mediación, con presencia de la consejera de Familia, y de la directora general de la Mujer, Rosa Urbón.