Los escombros han colapsado las instalaciones del punto limpio del Ayuntamiento en la carretera de La Aldehuela, lo que ha obligado a las personas que acuden a este centro a dejar en el suelo elementos como hornos, televisores, sillones y hasta mobiliario de peluquería.

Desde el Ayuntamiento se justifica este problema de espacio en la mayor población que durante los meses de verano reside en Zamora, y en el uso que del punto limpio hacen empresas vinculadas a la construcción. «Los depósitos están pensados para acoger también materiales de pequeñas obras y arreglos domésticos, pero no para desechos de obras más importantes y que muchas veces también terminan allí, lo que provoca estos problemas de espacio», ha explicado el portavoz municipal Pedro Roda tras visitar las instalaciones. La previsión es que a lo largo de la jornada de hoy miércoles se vacíen todos los contenedores del punto limpio para descongestionar las instalaciones. Como norma general esta limpieza, especifica Pedro Roda, se lleva a cabo una vez al mes. La última ocasión en la que se realizó fue los días 19,20 y 21 del mes pasado.

En el punto limpio de La Aldehuela existen un total de 8 contenedores para depositar distintos tipos de materiales. Prueba de la abundancia de escombros es que 6 de ellos rebosan desechos de obras. «Insisto en que es un servicio que se ofrece sólo para particulares que llevan a cabo una pequeña obra en casa, no para empresas, porque entonces la capacidad no es suficiente», subraya el portavoz del Ayuntamiento. «De todas formas este mes de agosto se han llenado antes de lo previsto, porque tenemos más población».

Las necesidades de la capital estarían en principio cubiertas con el punto limpio de La Aldehuela, al menos a criterio de los responsables de la institución local. Pese a ello, Roda admite que los habitantes crecen a un ritmo importantes en determinadas zonas de la capital, como ocurre en los barrios que se encuentran en la margen izquierda del Duero. De mantenerse esta tendencia, reflexiona, «habría que construir un segundo punto limpio en esa parte de Zamora por una cuestión de lógica».

Por otro lado, la red de puntos limpios de la Junta cuenta con 72 centros concluidos, además de 13 en obras, 2 en licitación y 3 en programa con una inversión prevista de 20,6 millones de euros. El consejero de Medio Ambiente de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, explicó recientemete en declaraciones a la Agencia Ical que con las nuevas inversiones se va a lograr durante la actual legislatura el objetivo de que «todos los ayuntamientos de la Comunidad que tengan más de 5.000 habitantes dispongan de estas infraestructuras».

El titular de Medio Ambiente precisó que dentro del Plan Regional de Residuos Urbanos y Envases de Castilla y León 2005-2010 también se contemplan inversiones de más de 10 millones de euros para la extensión de los puntos limpios a 199 localidades de entre 1.000 y 5.000 habitantes. A este respecto ha aclarado que si sólo se dotase de estas instalaciones a los municipios de más de 5.000 habitantes «existirían lagunas» por la gran extensión de la Comunidad. Además, comentó que el objetivo no es sólo la consecución de nuevas instalaciones, sino que también se prevé la adquisición de puntos limpios móviles para el ámbito local, como se está dando en otros servicios que presta la Junta de Castilla y León.

Reciclar aceite usado, una de las asignaturas pendientes en el ámbito doméstico

Una de las posibilidades que ofrece el punto limpio de Zamora es el reciclado de aceite usado. Esta es una de las asignaturas pendientes en el ámbito doméstico, ya que son muchos los hogares en los que se separan las basuras en distintas bolsas, pero en las que el aceite que sobra al cocinar se vierte en los fregaderos, con la consiguiente contaminación. Los usuarios pueden, si acuden al punto limpio, depositar en envases cerrados el aceite que han acumulado en las últimas semanas o meses para que pueda ser reciclado por las empresas especializadas.

En el punto limpio también se pueden depositar electrodomésticos o mobiliario que no tendrá cabida en los contenedores tradicionales repartidos en la ciudad. Con posterioridad las empresas especializadas se desplazan hasta estas instalaciones para recoger los materiales y darles el cauce adecuado. Cada uno de los contenedores tiene un letrero en el que se indica su finalidad a fin de que los propios usuarios puedan entrar con sus vehículos y dividir los materiales que quieran reciclar en las instalaciones.