La ciudad de Zamora tuvo una gran presencia de judíos, sobre todo durante la Baja Edad Media, que vivían plenamente integrados con el resto de la sociedad de la época. Los nombres de algunas calles, sobre todo del barrio de La Horta, provenientes de antiguos oficios artesanos son vestigios que nos quedan de esa cultura. El profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Manuel Fernando Ladero Quesada, ha investigado el pasado judío de Zamora y relata en la entrevista algunas de las claves para entender la importancia que la judería tuvo en la capital.

- ¿La presencia de judíos en Zamora durante la Edad Media era destacada?

- La presencia de la población judía en Zamora es significativa a lo largo de toda la Edad Media. Tenemos pocos datos documentales para saber cuál era su situación en la plenitud medieval, durante los siglos XII y XIII. Sabemos que había judíos, pero no su demografía ni su número exacto, por falta de unas fuentes fiables para ello. Probablemente su peso específico dentro de la sociedad zamorana era relativamente pequeño.

- Pero, posteriormente, llegaría a ser mucho más importante.

- Si, esa situación que he descrito cambia en la Baja Edad Media. A partir de finales del siglo XIV, la judería de Zamora se convierte en una de las más importantes de toda la Corona de Castilla. Los indicadores fiscales, que son la única fuente para poder deducir la población que había, nos hablan de que en algunos momentos la judería de Zamora pudo ser de las cinco o seis más importantes de la Corona de Castilla, incluso en algunos momentos la segunda, después de la de Córdoba.

- ¿Existen cálculos sobre cuántos adeptos a esa religión podían vivir en la ciudad?

- A finales de la Edad Media los cálculos que se han hecho es que Zamora podía tener una población judía de entre 1.200 y 1.300 habitantes, una cifra muy importante si tenemos en cuenta que la ciudad en su conjunto tenía del orden de seis mil o seis mil quinientos habitantes. Es evidente que el peso de la población judía era significativo desde todos los puntos de vista, sobre todo demográfico y de actividad económica.

- Que se perdió cuando fueron obligados a abandonar España.

- Precisamente por eso cuando se produce la expulsión de 1492, por parte de los Reyes Católicos, el daño que se hace a la ciudad es muy importante y en buena medida se puede pensar que uno de los factores que contribuyeron a la decadencia que comienza en Zamora a partir de la Edad Moderna fue la perdida de su población judía que se produce a finales del siglo XV.

- Tenemos la idea de los judíos como personas dedicadas a ciertos oficios muy determinados, como pueden ser las tareas artesanales o la usura. ¿Son ciertos estos estereotipos?

- Había muchos judíos dedicados a las actividades artesanales, como zapateros o sastres, por ejemplo, pero también tenían importancia en otros oficios de cierto peso específico desde el punto de vista social. De hecho, había muchos físicos y médicos entre ellos. También Zamora a finales de la Edad Media contaba con varias escuelas rabínicas importantes, incluso con prestigio internacional. Buena prueba de ello es que cuando se produce la expulsión, se documenta la presencia de muchos rabinos de Zamora en ciudades del oriente europeo, como Salónica o Estambul, creando allí escuelas rabínicas que tuvieron una autoridad intelectual sobre la comunidad judía europea muy significativa a lo largo de la Edad Moderna.

- No se distinguían, por tanto, por tener sus actividades cerradas y propias.

- Lo que quiero decir es que era una población reflejo de la sociedad cristiana. Los judíos desempeñaban todos los oficios, incluso encontramos alguna prostituta judía, pero también personas con una alta capacidad profesional e intelectual en la sociedad de la época.

- ¿Cuando se decretó la expulsión se fueron todos de Zamora o algunos optaron por la conversión al cristianismo para poder quedarse a vivir aquí?

- Se convirtieron bastantes, aunque no podemos cifrar la cantidad, por falta de documentación suficiente que nos permita hacer unas afirmaciones tajantes. Pero si se sabe que un porcentaje, yo creo que pequeño, se convirtió. Sobre todo gente que tenía intereses económicos importantes, que se dedicaban a los arrendamientos de rentas reales y municipales, o familias que tenían comisiones con otras ramas judías de otras ciudades, como los Núñez-Coronel, todos esos se convirtieron. E incluso después de la expulsión, algunos grupos salieron y luego regresaron unos años después. No fueron demasiados los que se quedaron, desgraciadamente para la ciudad, aunque hay pocas fuentes, como he dicho, para realizar unas afirmaciones tajantes en este sentido.

- ¿La judería estaba en algún punto concreto de la ciudad?

- Hay muchas otras juderías

en distintas ciudades del país donde se aisla a los judíos en los momentos de persecución. Se les mete en barrios cerrados, pero en Zamora no se documenta que eso se produjera. Sí es verdad que hay zonas de la ciudad donde se concentra un mayor número de judíos. En un primer momento, en la parte del Parador y San Cipriano. Luego se extienden hacia la zona del valle, superando el primer recinto amurallado. Y posteriormente se documenta otro foco importante de población judía en el entorno de la puerta de Santa Ana y de la iglesia de San Antolín, al otro lado de la ciudad. Pero nunca vivieron de una manera aislada, y eso lo sabemos por los documentos de deslinde de sus propiedades: vemos que el vecino de al lado era cristiano. Es verdad que había cierta concentración en determinados barrios, pero convivían puerta con puerta con la población cristiana.

- ¿Nos hubiera ido mejor si se hubieran quedado estas personas en el país?

- Sin duda ninguna. A Zamora y al conjunto de los reinos cristianos peninsulares. La pérdida de la valía de la población judía desde todos los puntos de vista, supuso un quebranto importante para el conjunto de la sociedad medieval de la península.

- ¿Qué opina de la idea del alcalde de Zamora para solicitar la inclusión en la Red Internacional de Juderías?

- La apoyo, por la fuerte tradición judía de la ciudad. Este hecho supondría una mayor promoción y difusión de la ciudad en el extranjero, con la celebración de exposiciones y congresos.

«Hubo dos sinagogas, quizá tres»

- ¿Han quedado restos arquitectónicos de la presencia judía en Zamora?

- No hay restos arquitectónicos importantes, salvo los que puedan quedar dispersos de alguna casa de la época.

- ¿No tenían sinagogas para sus cultos u otros edificios importantes que pudieran haber pervivido en el tiempo?

- Llegaron a tener dos y muy probablemente tres sinagogas, pero no queda ninguna. De la única que hay una referencia concreta es de la última, que estaba edificada donde luego se levantó la iglesia de San Sebastián, que actualmente tampoco existe. Pero no queda ningún resto arquitectónico, salvo la delimitación y la forma de construir de algunas calles, por ejemplo en torno a Balborraz, el callejón del Oro y esa zona, un diseño urbano que tiene bastante que ver con lo que era un barrio judío, pero desgraciadamente queda muy poquito. En Zamora el pasado medieval se ha destrozado mucho, a pesar de todo lo que se conserva y todas sus iglesias. Era una ciudad muy bonita, desde el punto de vista arquitectónico, pero se ha perdido mucho.