La Hermandad Penitencial de las Siete Palabras dará de alta el año próximo a un mínimo de 100 hermanos, a propuesta de los asistentes a la asamblea general que tuvo lugar ayer. La lista de espera de la cofradía asciende en la actualidad a 1.056 personas y a juicio de varios de los hermanos asistentes «es necesario abrirla para que entre gente joven».

Aunque hubo varias propuestas, algunas de hasta dar de alta a 200 hermanos, la directiva objetó que la Iglesia «no es tan grande para acoger a todos y además, se nos podría colapsar la procesión».

Este año, la lectura del sermón de las Siete Palabras corresponderá a Francisco Lozano Sánchez y el año que viene Jesús Losada Vaquero. Por otro lado, el abad de la hermandad, Fernando Primo, explicó que el año próximo la cofradía contaría con un nuevo crucificado -el séptimo- que ha sido encargado a la escultora Nuria Guerra Castellano, de Jérez de la Frontera. Este crucificado sería la única obra realizada por una mujer que desfilaría en la Semana Santa zamorana. Primo explicó que Nuria Guerra «ha realizado varios trabajos para la Semana Santa de su tierra y se adapta a lo que nosotros queremos». Aunque la autora no tiene listo aún el boceto, se trataría de un Cristo de 80 centímetros aproximadamente, con cruz clásica, realizado en madre a cedro que costaría unos 4.700 euros más el IVA.

La directiva pretende conseguir financiación para el Cristo a través de alguna entidad privada o de la Junta Pro Semana Santa, pero «si no lo obtenemos por ninguna de estas vías y por ser el último, lo financiaría la hermandad», explicó el abad. Por este motivo, el año que viene se cobraría una cuota extraordinaria de 4 euros.

En el tiempo ya de ruegos y preguntas de la asamblea, varios hermanos preguntaron por si las obras del barrio de La Horta afectarían al itinerario. Pero el encargado de procesión aseguró que no, ya que «sólo hay obras en un par de calles y nos han asegurado que estarán terminadas para Semana Santa». Otro de los puntos que se resolvió fue la grieta que al Crucificado titular se le descubrió en un brazo hace dos años. El abad aseguró que había sido revisado por un técnico del Centro de Restauración de Simancas que «nos aseguró que volvería a salir debido a las bajas temperaturas de la Iglesia, pero que no se haría más grande».