El Zamora CF supo sufrir en el San Juan de Garray para lograr tres puntos que le mantienen en su particular, aunque lejana, carrera por la cuarta posición. Los goles de Revi y de Iñaki dinamitaron el enfrentamiento contra el San José, en un encuentro que los locales iban ganando hasta el minuto 82. Se contrapusieron estilos en Soria, con los locales buscando el juego directo y los rojiblancos poniendo la pausa en un partido con pocas ocasiones que se animó tras el descanso.

Fue entonces cuando, alrededor de la hora de juego, Guiller adelantó a los de casa, pero los nervios dejaron paso a la alegría cuando las dos dianas de la pareja de delanteros zamoranos, en cuatro minutos, permitieron que la victoria se viniera para Zamora. Los de Miguel Losada encadenan así dos triunfos y se mantienen a una distancia de diez puntos respecto a Unionistas y Cristo Atlético, acechando en la lejanía los puestos de promoción. Desde el comienzo del partido se vieron claras las intenciones de los dos equipos. El San José se limitaba a la velocidad de su hombre más adelantado, Chuspi, a quien buscaban con balones largos.

Mientras, el Zamora, a pesar de las importantes bajas, intentaba un fútbol de toque en la medida de lo posible, aunque las condiciones del campo evitaran ver jugadas más elaboradas. Los hombres de ataque del conjunto zamorano lograban hilar jugadas pero nunca con el peligro suficiente para inquietar la portería de José Ángel. A los diez minutos de partido, Chuspi reclamó con insistencia un penalti por supuesto empujón dentro del área, pero el colegiado no apreció acción punible. A medida que pasaron los minutos el Zamora comenzó a presionar la salida del balón del San José. Si ya de por sí los sorianos se caracterizan por los balones largos, ahora con más motivo buscaban a hombres altos de arriba que prolongaran el balón peinando para Chuspi.

Raly entró en juego en determinadas fases de la primera mitad, y con su velocidad y centros desde la línea de fondo envió buenos servicios para Sopale, pero en varios remates de éste el balón llegó mansamente a las manos del cancerbero local.

Fradejas, ayer guía en el centro del campo del Zamora, tuvo problemas para dominar la media, aunque finalmente consiguió repartir balones y se incorporó en algunas ocasiones al ataque. Sin embargo, su única ocasión fue un remate de volea que se marchó excesivamente desviado. Por su parte, los locales tampoco conseguían llevar peligro a la portería de un Miguel con poco trabajo. Las pocas ocasiones en las que entró en juego fueron por balones demasiado largos los que no llegaron los hombres del San José. Justo antes del descanso Guiller protagonizó la mejor ocasión de los locales. A pesar de no haber intervenido apenas, Miguel demostró su concentración respondiendo con tranquilidad a un disparo lejano y raso del atacante de los sorianos.

Tras el descanso el primero en avisar fue el Zamora. Diego ejecutó una falta directa pero el balón se marchó alto. El guion era similar al de la primera parte pero el San José comenzó a dar muestras de sus ganas por quedarse en su primer año en la categoría y, sin nada del otro mundo, comenzó a llevar peligro al área rival mientras el Zamora, pese a tener cierto control del partido, no terminaba de adecentar jugadas claras. El conjunto local avisó. Chuspi, el pichichi de los de casa, se fue en carrera, y con un fuerte disparo desde fuera del área mandó el balón al palo. Primer aviso. El segundo fue con Valer. Un centro demasiado bombeado en el que se confiaron los jugadores del Zamora pensando que saldría su portero fue aprovechado por Valer, quien, entrando desde atrás, remató a bocajarro obligando a Miguel a realizar la parada de la tarde. Segundo aviso y preludio del gol. En ese mismo córner Guiller se encontró con un balón que reventó para establecer el uno a cero. El tanto fue un jarro de agua fría para los rojiblancos. No supieron cómo llegar a la portería rival. Guiller se vino arriba y poco después del gol lo volvió a intentar desde fuera del área, marchándose el balón fuera. Realmente era clara la idea de los locales, buscar portería en cuanto pudieran. Pese a la entrada de Revi, el Zamora siguió sin dominar las acciones ofensivas, es más, a los diez segundos de entrar al terreno de juego Barbero tuvo que sacar un balón en la misma línea. Pero como la maravilla del fútbol es que nada es previsible, minutos después, Revi se quedó solo dentro del área y remató sin oposición un centro de Raúl Álvarez. 1-1 y aún algunos minutos por delante. Los nervios produjeron grietas en la defensa local y sin apenas tiempo para la reacción llegó la diana que daba la vuelta al marcador. Iñaki desde fuera del área mandó un balón ajustado al milímetro a la cepa del poste, haciendo inútil la estirada de José Ángel y dando los tres puntos a los suyos. Y puedo ser mayor la ventaja, pero Revi en el último minuto envió al cuerpo del portero una buena ocasión para sentenciar.