La derrota ante el Atlético Tordesillas (3-2, y con remontada rival incluida) dejó otros daños colaterales y es que Juanan y Esteban Griñón tuvieron que ser sustituidos en la primera y segunda parte, respectivamente, por sendos problemas físicos. El que más preocupa en el Zamora es el mediocentro que hoy se someterá a pruebas médicas para conocer el alcance de su lesión muscular en los isquiotibiales, aunque ya está descartado para el encuentro del próximo domingo en el Ruta de la Plata y es que aunque se trate de una dolencia mínima algo tiene en la zona.

Por lo que respecta a Griñón su cambio se produjo por prevención. El defensa lleva varias semanas cargado por la gran cantidad de minutos de juego acumulados y ni él ni el cuerpo técnico quisieron forzar. Respecto a su presencia ante el Bupolsa está en duda ya que dependerá de su evolución y estado a finales de semana, aunque para cubrir el puesto de lateral izquierdo también está Raúl Álvarez que el domingo sumó sus primeros minutos en su regreso al club y se encuentra en buen momento físico. A esta situación se une la de Saúl que sigue sin estar disponible aunque si todo va bien podría volver a convocatoria dentro de dos semanas.

Además de estos problemas físicos, el equipo tiene ahora que volver a recomponerse anímicamente y es que la derrota en Las Salinas fue dura. El trabajo de recuperación se inició ayer con el objetivo de salir de este bache de resultados en el que se encuentran inmersos y que les ha hecho alejarse a 12 puntos de la fase de ascenso. A pesar de que saben de las dificultades que tienen ahora para alcanzar el play-off, en el equipo se aferran a las matemáticas y es que todavía es posible lograr el objetivo de acabar el curso entre los cuatro primeros. El mensaje desde el cuerpo técnico es no desfallecer ni venirse abajo, sino intentarlo hasta el final.