A perro flaco, todo son pulgas. Al Zamora CF se le acumulan los problemas y cada día que pasa tiene más frentes abiertos, el último la dimisión del tesorero, Manuel García, que ha decidido dejar su cargo en la junta directiva y "pasar a ser un socio de a pie". Manuel García provechaba la reunión semanal de los responsables rojiblancos para anunciar su dimisión, una decisión que llevaba varias semanas meditando y que es "irrevocable". "Ha llegado un momento en el que no he podido más, y también es cierto que la opinión de la familia es importante. Es algo que hago por mí y la verdad es que ahora entiendo a todos los que han pasado por este cargo", señaló. Manuel García llegó a la directiva presidida por Segismundo Ferrero tras la marcha de Bernardo Calvo que fue quien estuvo la primera temporada al frente de los "números". Ahora ese puesto queda vacante aunque el ya extesorero cerrará el trimestre por lo que hasta el día 20 de octubre continuará vinculado a la entidad. Han sido meses, años, muy difíciles con una situación económica al borde de la quiebra, ante la que Manuel García es claro y cree que "si todo el mundo remara en la misma dirección, todo sería más fácil, pero no sucede así" comentó.

A partir de ahora el presidente y resto de mandatarios deberán asumir las labores que venía realizando ya el extesorero y "lo haremos con ayuda de la asesoría que colabora con nosotros, aunque veremos si se puede incorporar alguna otra persona", admitió el presidente. Segismundo Ferrero confesó a este periódico que trató de retener a Manuel García en la directiva, pero comprendió su situación porque "se viven momentos muy difíciles que pueden llegar a afectar a la vida personal".

A esta crisis se suma otra y es que cada vez son más las corrientes críticas que aparecen contra el presidente del Zamora CF. En las últimas horas se ha conocido que un grupo de socios (con los que este periódico ha podido contactar) piensa poner en marcha una recogida de firmas para obligar a la directiva a convocar una asamblea extraordinaria y hacer cumplir con los estatutos del club, algo que aseguran no sucede actualmente. Para ello necesitarían el respaldo de un 10% de los socios actuales (alrededor de un centenar) y presentar las firmas en las oficinas de la entidad y después la junta directiva tendría quince días para celebrar la cita asamblearia. A este respecto el presidente comentó que "si alguien quiere que se celebre una asamblea extraordinaria por un motivo que sea lógico se haría", además de hablar de la posibilidad que se presente una moción de censura en su contra, algo que por ahora no se ha contemplado o, al menos, no ha salido a la luz pública. "No temo a ninguna moción de censura porque siempre he dicho que si alguien quiere hacerse cargo que venga", añadió Segismundo Ferrero quien subrayó que "siempre he sabido a lo que venía y la persona que esté aquí tiene que saber hacer frente a las adversidades".