El Zamora falló en su primera prueba seria de la pretemporada al caer ayer por 2-1 en su visita a Villamuriel, donde demostró que aún le queda trabajo por hacer pese a estar en la senda correcta como demostró progresando respeto a la imagen que ofreció en el Memorial Agustín Villar.

El partido, típico de pretemporada, se lo acabaron llevando los palentinos gracias a que tuvieron la jugada clave del choque en sus botas: el 2-1. Un gol que llegó justo cuando el Zamora había logrado empatar de nuevo una contienda llena de errores, fallos y rotaciones como en cualquier test de pretemporada.

El partido cayó del lado del Villamuriel porque, en general, estuvo algo mejor que el Zamora. Los palentinos demostraron estar más en forma a estas alturas de su preparación, jugando a alto ritmo a pesar del calor y dando más intensidad a la que se espera de un partido de pretemporada.

La primera oportunidad del partido fue para el conjunto visitante, un Zamora que se plantó muy firme en el rectángulo. En el minuto cinco apenas, Carmelo tira un desmarque de ruptura, se planta ante los dominios de Sevi y el cancerbero palentino acierta en el mano a mano para salvar el primer acercamiento serio del encuentro.

Los zamoranos salieron a por todas y en el minuto diez Sopale buscó un gran envío en dirección hacia Viti, pero Jesús apareció en última instancia para abortar una ocasión clara de gol.

Tras un arranque trepidante de los pupilos de Miguel Losada, el Villamuriel comenzó a cercar los dominios del arco de Tomy, tocando algo más el esférico en la medular y construyendo mejores acciones de ataque.

La primera ocasión de los palentinos llegó en el minuto 22. Fue en un libre directo botado por Tuco al que no a llegó a rematar Rubio por escasos centímetros. A renglón seguido y también en una acción a balón parado, Tomy hizo un paradón de bella factura a un disparo de falta directa ejecutado por Jesús que se colaba dentro.

Eran los mejores momentos de los cerrateños, que no cejaron en su empeño de intentar poner contra las cuerdas al Zamora. En el minuto 26, Fran entra por el perfil zurdo y completaba la acción con un centro al corazón del área al que no llegó Cesar Simón en buenas condiciones por poco.

El partido entró en una fase de ida y vuelta en la que cualquiera de los dos equipos pudo cobrar ventaja pero hubo que esperar a la segunda mitad para que llegasen los goles. Antes del descanso hubo otra ocasión, en este caso en el minuto 31, en las botas de Caramelo pero Sevi evitó que el marcador se rompiese con una buena intervención.

Tras la reanudación, ambos equipos pusieron en liza muchas caras nuevas. Carrusel de cambios típico de un partido de pretemporada pero atípicamente, lejos de romper el ritmo, el partido se abrió más con llegadas y oportunidades. Hubo más espacios y ocasiones y empezaron a llegar los goles.

El primer tanto del encuentro se hizo esperar hasta el minuto 56. Fue un centro altísimo de Rubio buscando el segundo palo. César Simón se adelantó a la defensa y acabó por abrir la lata no sin que antes el cuero entrase con suspense tras impactar en el poste. El tanto despertó al Zamora, que se fue a por las tablas. Nueve minutos después, Iñaki se plantó en mano a mano delante del cancerbero palentino y le superó con mucha sobriedad. Un hermoso tanto de los ayer blancos.

El partido se convirtió en un correcalles en cuestión de minutos y poco después del empate, el Villamuriel volvió a ponerse por delante. En el minuto 67 Cesar Simón colgó un balón milimetrado hacia Chino, que en boca de gol remató solo y libre de marca para sellar la victoria definitiva de los palentinos. Antes del final, los zamoranos tuvieron ocasiones para voltear el partido, o al menos para equilibrarlo a dos tantos, pero la falta de puntería evitó que los visitantes mejoraran ese parcial de dos a uno en contra.

La más clara oportunidad zamorana fue para Revi, pero cruzó en demasía su remate delante del portero. El cariz amistoso del encuentro permitió que algunos de los jugadores que fueron sustituidos al descanso pudiesen volver en el tramo final de un encuentro. Oportunidad para seguir perfilando una puesta a punto que, en caso del Zamora, parece bastante lejos de concluir.