El Zamora C. F. vivió ayer la tarde más esperada de la Liga regular. El equipo rojiblanco consiguió, a falta de tres jornadas, proclamarse campeón de Liga con el privilegio que ese puesto conlleva de cara a la fase de ascenso y, además, supone la clasificación para la próxima edición de la Copa del Rey. Era algo que todos en el club querían lograr cuanto antes para así poder centrarse en la preparación de la lucha por el ascenso a Segunda División B, que es el verdadero objetivo de todo este curso. Hacía muchos años que las gradas del Ruta de la Plata no vivían una tarde de tanta alegría y emoción pero ayer, tras ganar 3-1 a la Cebrereña, el equipo pudo cantar el alirón y celebrarlo con los aficionados, teniendo claro, eso sí, que lo verdaderamente importante está por llegar pero ayer era un día para disfrutar, y así lo hicieron.

Con su triunfo los de Balta alcanzan los 82 puntos, seguidos del Palencia, que esta semana se ha puesto como segundo (72); Gimnástica Segoviana (71) y GCE Villaralbo (62) que continúa como cuarto a pesar de su empate en casa del Santa Marta con el que ve reducida su ventaja respecto a sus perseguidores. La jornada ha dejado también el descenso a Regional de Becerril, próximo rival al que visitará el Zamora C. F. en un encuentro en el que, salvo el orgullo, no habrá nada en juego. Respecto a los zamoranos vivieron un duelo ante la Cebrereña con todos los ingredientes y es que a pesar del buen inicio les tocó remontar un tempranero gol de los abulenses. Nata y Rubén Moreno por dos veces lo consiguieron para poner un 3-1 que pudo ser aún más amplio.

Lo cierto es que aunque los capitalinos comenzaron el encuentro con buenas sensaciones, sabiendo que podía ser 'su' tarde y rondando la portería rival, a las primeras de cambio el partido se puso cuesta arriba. Era solo el minuto 6 cuando, en la primera llegada de los abulenses, Mario Juez ganó la espalda a la defensa rojiblanca y disparó solo ante Rodri para adelantar a los suyos. A pesar del jarro de agua fría que supuso verse tan rápido por detrás en el marcador los rojiblancos no se hundieron y siguieron dominando el terreno y achuchando a una Cebrereña que empleó sus energías en defenderse y más aún viéndose por delante ante el líder pero lo cierto es que a esas alturas los de Balta necesitaban ya como mínimo dos goles para cantar el alirón. Primero Moreira, con una gran cabalgada que acabó con el balón en el lateral de la red, y David Álvarez después, con una magnífica arrancada, tuvieron el gol cerca pero no fueron ellos sino Nata quien puso la igualada tras una buena jugada de la delantera local que el canario remató de forma imposible para el meta.

Todo volvía a empezar en el Ruta aunque, eso sí, con un plus más de confianza para los de Balta que convirtieron el encuentro en un monólogo ofensivo en busca de más recompensa antes del descanso. Oportunidades no faltaron y es que los últimos minutos del primer acto fueron un carrusel de ocasiones acompañadas de buen juego que la parroquia agradeció. Sin embargo ni Moreno, ni David Álvarez, ni el autor del primer tanto, Nata, obtuvieron premio a sus constantes acercamientos y dejaron todo para una segunda parte en la que las fuerzas debían aguantar.

El guion continuó en la reanudación con los locales más enchufados y en esta ocasión la suerte sí les acompañó cuando en una acción sobre Nata dentro del área el colegiado decretó un riguroso penalti a favor que Rubén Moreno convirtió en el 2-1. A partir de entonces el dominio del Zamora C. F. se hizo aún más claro y la Cebrereña dio un paso atrás acusando el desgaste físico desplegado en la primera mitad aunque su máximo anotador, David Terleira, sí obligó a Rodri a estirarse en un disparo envenenado con el que buscó sorprender. Fue esa la opción visitante porque momentos después los zamoranos sentenciaron en una nueva jugada colectiva que inició Nata, abrió a David Álvarez y éste centró para que Rubén Moreno rematase a placer. Cualquier opción de puntuar de la Cebrereña desapareció en esa acción del pichichi que sumó vigésimo quinta diana y a partir de ese momento el nivel de intensidad se redujo. No obstante el triunfo pudo ser más amplio y es que Aarón tuvo el cuarto en los últimos compases. Con el pitido del árbitro y el título de campeones llegaron al Ruta las primeras celebraciones que deberán tener su segunda parte el último fin de semana de mayo y con el equipo, de nuevo, en la categoría de bronce del fútbol español.