Si es verdad que las victorias sufridas son las que mejor saben, ayer el Zamora CF se pudo ir de Soria con un gran sabor de boca y con un triunfo que se antoja vital para sus intereses y para alargar su gran racha de resultados. El equipo rojiblanco peleó, y mucho, para sacar los tres puntos de un encuentro que se puso muy cuesta arriba ante un Numancia B que no quería descolgarse de los puestos de cabeza y cuyos futbolistas supieron aprovechar los fallos zamoranos, de los que sacaron petróleo en la primera mitad. Con un 3-1 a la llegada al descanso, los rojiblancos lucharon hasta los últimos compases para hacerse con un triunfo muy valioso y que les permite colocarse primeros de forma provisional, a expensas de lo que suceda hoy en Tordesillas donde juega la Segoviana. Mientras tanto, los de Balta pueden recrearse en un triunfo que se produjo por no darse por vencidos y donde la calidad individual de los jugadores volvió a hacer su aparición, aunque bien es cierto que los tres goles recibidos dejan también una necesidad de reflexión y mejora.

Para este encuentro ante un equipo que ayer vio truncada una gran racha de resultados, Balta no sorprendió en su once inicial y repitió titulares. Comenzó el encuentro y el equipo local se mostró mejor plantado sobre el terreno de juego, aunque en el fútbol ese hecho no es siempre sinónimo de gol como se demostró. De hecho, el primero en dar un golpe fue el Zamora por mediación de David Álvarez al batir al portero con ajustado tiro cruzado raso cuando se cumplía el minuto 21.

Los rojiblancos, ayer de negro, no supieron coger las riendas del partido y el Numancia B, lejos de achicarse por el tanto zamorano, se vino arriba y en tres minutos los locales consiguieron igualar al aprovecharse Roberto de un rechace suelto y marcar un gol fácil y cómodo.

El encuentro prosiguió y la suerte se alió con los sorianos que, aunque fueron superiores hasta el descanso, tuvieron demasiado beneficio puesto que se aprovecharon de la mala tarde que tuvo Miguel bajo los palos, quien se comió dos de los tres goles encajados. El segundo tanto de los locales fue un desastroso remate de cabeza de Roberto pero que fue directo a la escuadra sin apenas opciones para poder evitarlo.

Mientras que en el tercero, David Sanz, defensa para más señas y desde su campo, dio un patadón a las nubes muy potente para despejar el peligro, de tal forma que el esférico fue como un obús directo a la portería para sorpresa de todos los presentes y pillando al portero demasiado adelantado y sin tiempo de reacción. Con un 3-1 todo parecía cuesta arriba pero llegó el descanso y tras él, la remontada del Zamora. Eso sí, cuando el colegiado señaló el túnel de vestuarios todos en las filas locales se las prometían muy felices.

Tras pasar por los vestuarios, en los primeros compases, lo cierto es que el equipo de Balta no terminaba de enlazar jugadas ni elaborarlas. El Numancia, férreo atrás, no dio contemplaciones, llegando con algún que otro peligró a la portería zamorana y buscando siempre el disparo a puerta. Sin embargo, en una acción aislada un disparo fuerte y raso de Manu Moreira sirvió para recortar distancias.

El partido varió de dinámica definitivamente en una falta a favor del Zamora CF. Fue una sanción protestada por el banquillo local al considerar que no era tal, y también protestaron la distancia de la barrera, aunque en descargo del entrenador Juan Carlos Moreno, quien ya había sido apercibido, hay que decir que el técnico local se limitó a salir de la zona técnica. El árbitro auxiliar intuyó que desde el banquillo salió un insulto y avisó el colegiado de que el míster había sido responsable. Expulsado. La falta fue lanzada al primer palo por Edu Ruiz, aprovechándose de lo mal colocada que estaba la barrera y satisfaciendo a los suyos con un tanto que volvía a poner el marcador muy peleado cuando restaban cinco minutos más añadido.

Pero aún quedaba más. Con el Numancia roto psicológicamente al ver que se le podía escapar el partido, como así fue, el Zamora fue con más ímpetu arriba. La defensa numantina completamente rota, vio como llegaban efectivos de los zamoranos una y otra vez, sobre todo en transiciones rápidas y contras, lo que facilitó dos goles más, casi idénticos, quedando siempre un jugador del Zamora solo ante el portero en un mano a mano muy peligroso, en este caso Rubén Moreno primero y David Álvarez después, que pusieron el definitivo 3-5. Con el pitido final llegó la alegría del Zamora al ver como se había remontado un complicado partido, pero sobre todo un complicado marcador que les permite situarse líderes, al menos, de momento. Aunque estarán pendientes de lo que suceda en la jornada de hoy domingo, el equipo ya piensa en su próximo rival, al que recibirán en el Ruta de la Plata. Se trata del Villamuriel que ayer también sumaba los tres puntos ante el Almazán (2-1) y está en la zona media con 17 puntos tras haber ido de menos a más en la competición.

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