El Zamora C. F. rubricó ayer una de las primeras partes más completas de toda la temporada pero los tres goles conseguidos ante el Mirandés B (3-0) no fueron suficientes para mantener un liderato que esta semana ostentará la Segoviana tras su 7-0 al Santa Marta aunque, eso sí, segovianos y rojiblancos están empatados a 27 puntos. Esa buena imagen que dio el equipo ante su público no tuvo su continuidad en el segundo tiempo pero sí sirvió para que la plantilla se reivindicara y demostrara que está dispuesta a cumplir su cometido deportivo mientras que ya acumula dos meses de impagos y es que desde que comenzó la pretemporada a los futbolistas solo les han abonado una mensualidad, en concreto la de agosto.

Aún así, los jugadores suman ya dos meses sin perder y ayer lo hicieron con una primera parte que fue un absoluto monólogo rojiblanco. Desde el pitido inicial la superioridad local quedó patente ante un rival al que no le quedó otra que emplear todas sus armas en defenderse ante la artillería zamorana. Las llegadas al área rival tardaron apenas unos segundos en aparecer pero fue Rubén Moreno el encargado de abrir la lata y volver a ver portería cuando apenas se cumplía el minuto 4 de partido.

La ofensiva de los de Balta no se vio frenada a pesar de verse por delante en el electrónico y el equipo siguió apretando aunque con menos fortuna, como demostraron David Álvarez y Huertas.

El juego se centraba en campo del Mirandés B y el esférico no cruzó la línea de centro del campo hasta casi el minuto 20 cuando el visitante Eric disparaba alto y sin poner en apuros a un Miguel que apenas intervino en la primera mitad. La mínima ventaja que se plasmaba en el marcador no reflejaba lo que acontecía en el césped entre dos planteles con unas diferencias abismales. Tras insistir, tanto en jugadas trenzadas como a balón parado, el Zamora C. F. pudo ampliar distancias y Edu Ruiz estrenarse en el capítulo de goleadores con una magnífica volea tras un saque de esquina que suponía el 2-0.

Toques, juego fluido y espectáculo por momentos es lo que se veía en un equipo que estaba agradando a su público con dosis de calidad como la que mostró Rubén Moreno, con un intento de vaselina que atrapó el meta, o Moreira, que selló una magnífica jugada solo truncada por un disparo demasiado desviado, para que acto seguido fuese Aarón el que estuviera cerca de anotar el tercero. Las ocasiones se multiplicaban y el asedio era constante en un juego colectivo arrollador y que tuvo su culmen con una nueva diana de Rubén Moreno en un disparo desde la frontal del área tras un rechace cuando se llegaba al tiempo de descanso y que hacía justa la imagen vista desde la grada.

Estaba claro que si el Zamora C. F. mantenía ese nivel iba a repetir goleada en el Ruta ante un plantel que estaba ofreciendo menos prestaciones de las esperadas, al menos, durante los primeros 45 minutos en los que eran un juguete roto en manos de los de Balta. Con la reanudación llegaron los primeros cambios en el cuadro burgalés y el juego se empezó a embarullar. Aproximaciones sin peligro de unos y otros, y un juego mucho más relajado de los locales y es que sabían que era imposible que los tres puntos se escapasen, mientras que el técnico reclamaba más intensidad y tardaba en mover el banquillo a pesar de la situación. El tedio se empezaba a sentir hasta que David Álvarez despertó el público en una buena ocasión para hacer el cuarto aunque el cancerbero del Mirandés B lo evitó con una buena mano. Pasaban los minutos y el Zamora C. F. no ampliaba su distancia en el marcador, algo que iba a influir en la pérdida del liderato en favor de la Segoviana que le endosó siete goles al Santa Marta y mejoró su coeficiente particular respecto al de los rojiblancos.

Era la recta final y se buscaba un mejor golaverage pero aunque el dominio era total volvió a faltar esa chispa que sí se tuvo en la primera mitad. Aun así el equipo alarga su buena racha, con una notable mejoría en su juego aunque en una situación económica más que preocupante en la entidad del Duero.