17 años después el Zamora CF regresaba a Bembibre para repetir un triunfo que permite a los de Balta situarse segundos en la clasificación, aunque bien es cierto que la victoria se peleó y se sufrió hasta el último momento en un encuentro exento de espectáculo. Después de un primer tiempo en el que los rojiblancos desaparecieron en ataque desde el minuto 15, los zamoranos supieron combinar su calidad individual con el trabajo colectivo para hacerse con tres puntos de oro ante un rival que tiene otras aspiraciones pero que peleó hasta donde las fuerzas le permitieron. Hicieron falta tres goles, dos de Rubén Moreno y uno de Coque, para irse con el máximo botín lo que demuestra, una semana más, que esta categoría no va a ser un paseo y menos aún si no se está al cien por cien.

Para este encuentro ante todo un histórico de la Tercera Balta introdujo cambios en su once y también en su dibujo ya que el salmantino apostó por un 4-1-4-1, con Andoni por delante de los centrales, un centro del campo potente con el objetivo de mantener la posesión y Rubén Moreno como hombre más adelantado de la expedición rojiblanca.

Sin embargo el primer susto de la tarde llegó a los diez segundos del pitido inicial y fue en contra cuando, tras el saque de centro, Lucho encaró con peligro a Miguel que salvó una situación que pudo salir muy cara y es que los bercianos reclamaron penalti que no pareció ser. La respuesta no se hizo esperar y los zamoranos quisieron dejar patente su nivel y su calidad de favoritos. La primera oportunidad de hacerlo llegó rápido con una buena jugada de Coque y disparo sin ángulo, y acto seguido con un remate desviado de Andoni a la salida de un córner. El partido había empezado fuerte en la Devesa, un campo en el que los locales han dejado escapar muy pocos puntos desde que comenzó la competición pero el Zamora no podía permitirse especular y debía ir a por todas. Así, los rojiblancos fueron sumando metros, tratando de encerrar a un rival que empleaba la mayor parte de su energía en defenderse. Esa clara superioridad de los rojiblancos, que ayer vistieron de negro, no obtuvo recompensa mientras duró, ni siquiera con un buen disparo de Moreira, en una falta, que se envenenó y el portero envió a córner. A partir de ahí y hasta el descanso, las oportunidades de gol del Zamora CF brillaron por su ausencia.

De hecho, el Zamora no dispuso de opciones de peligro con un juego que se fue embarullando hasta que las fuerzas se equilibraron ante unos bercianos que trataban de dormir el encuentro y acabaron con la frescura que mostraron los rojiblancos en los primeros compases. Faltas de entendimiento y pases poco certeros impidieron a los ayer visitantes volver a probar al portero, aunque bien es cierto que Miguel apenas tuvo trabajo bajo los palos, salvo esa primera jugada a los diez segundos que solventó a tiempo. Estaba claro que se necesitaba algo más para sumar los tres puntos y es que un empate se presumía muy poco botín para las aspiraciones de un equipo que quiere ser campeón.

Al igual que en la primera mitad, el Zamora CF salió mucho mejor que su rival y Rubén Moreno, tras un primer disparo raso, acertó. Fue a los cuatro minutos de la reanudación cuando, tras un barullo en el área, el delantero remataba y el balón entraba llorando hasta el fondo de la red. Lo más difícil para el Zamora de este año ya estaba hecho, se había abierto la lata y Moreira tuvo la mejor oportunidad de ampliar distancias pero al salmantino le sobró un regate en su ocasión y poco después David Álvarez enviaba el esférico al lateral de la red. El Bembibre, que empezaba a acusar el desgaste físico, no se rendía y, con sus armas, trataba de plantar cara aprovechando las peores fases del Zamora que sigue sin mostrar una regularidad en su juego. Al final, ese tesón tuvo su recompensa cuando José Manuel con un tiro raso desde fuera del área ponía las tablas. Al empate le siguió el primer cambio de Balta que introdujo más artillería en el campo dando entrada a Nata en busca de tres puntos irrenunciables. Se llegaba a la recta final pero quedaba mucho por decir y Rubén Moreno, pichichi del Zamora CF, se aprovechaba de un error de entendimiento entre portero y defensa para volver a tomar renta. El equipo de Balta estaba obligado a defender esa ventaja sin renunciar a nada y Coque obtuvo petróleo. Fue en un córner que sacaron en corto, y el salmatino se apoyó en Moreira, selló un brillante doble regate sobre la línea de fondo y disparó para enviar el balón al fondo de las mallas.

Con el 1-3 en el minuto 89 todo parecía hecho, pero el Bembibre quiso poner más emoción cuando en tiempo de añadido Cabral sacaba fruto de un balón muerto que dejó Miguel tras el disparo de un delantero, y recortaba distancias para poner el definitivo 2-3. Así, el Zamora logró prolongar la buena racha de resultados en la que se encuentra inmerso que, con el empate del Palencia y el tropiezo de La Bañeza, le permite escalar a la segunda posición de la tabla, a dos puntos del líder, la Segoviana, que perdió con el Uxama demostrando ese manido lema del fútbol, no hay rival pequeño, aunque los rojiblancos deben mejorar.