Baltasar Sánchez, conocido deportivamente como Balta, se ha convertido en el nuevo entrenador del Zamora CF, tras la destitución de Roberto Aguirre. La vuelta del entrenador salmantino se conocía a última hora de ayer después de una maratoniana jornada de la directiva plagada de reuniones y llamadas y que tuvo como resultado el nombramiento del técnico charro, después de que a primera hora los responsables tomarán la decisión de destituir al técnico asturiano que ha estado cuatro años y tres meses en el cargo. El ya nuevo entrenador será presentado hoy de forma oficial y así se oficializará el regreso de un técnico que vivirá su segunda etapa en el club y con el complicado reto de salvar al equipo del descenso.

Balta llegó al Zamora para sustituir a Fabri en noviembre de 2003 y acabó la temporada en octava posición pero no fue en esa sino en la siguiente Liga, la 2004-05 cuando triunfó como entrenador rojiblanco al clasificar al equipo para el «play-off» de ascenso pero, tras eliminar al Sevilla B, el equipo se quedaba a un solo gol de estar en Segunda A tras perder ante el Castellón. Aunque la temporada siguiente continuó al frente del banquillo, la suerte no le acompañó y fue destituido en el mes de noviembre y es que los resultados en Liga no estaban siendo positivos, aunque en la Copa del Rey sí se dieron importantes pasos a pesar de que ya fue su sustituto, Raúl González, quien dirigió al equipo en el histórico enfrentamiento ante el Barcelona. Desde entonces, Balta ha estado en la UD Logroñés y como director deportivo de la ya desparecida UD Salamanca. Este año se le ha podido ver en varias ocasiones en el Ruta de la Plata, viendo al Zamora CF desde la grada y a partir de ahora lo hará desde el banquillo.

Se cierra así la etapa de Roberto Aguirre en el Zamora CF. Después de que hace una semana le ratificaran en el puesto, en la planta noble tenían esperanzas de que se produjera una reconducción de la dinámica en cuanto a resultados pero ante el Sporting B este domingo la plantilla encajó una nueva derrota (2-0), la cuarta consecutiva, que ha llevado a tomar esta drástica decisión a falta de tres jornadas para que concluya la competición, con el Zamora en el décimo octavo puesto de la clasificación con 36 puntos y a dos de la permanencia.

Todo se empezó a fraguar al término del partido en Gijón cuando comenzaron las primeras conversaciones entre los mandatarios, que no ocultaban su rostro serio y de preocupación, y citaron al ya exentrenador ayer en el estadio para comunicarle su destitución. Poco después los directivos anunciaban su decisión y explicaban que sería Manu Álvarez quien se encargaría de los entrenamientos hasta que se eligiese un nuevo técnico para esta recta final de temporada y el elegido ha sido Balta. Así, los responsables del club esperan buscar «un revulsivo, una última intentona para salvar al equipo» y agradecieron a Roberto Aguirre todo el trabajo realizado desde su llegada al club en enero de 2011, en sustitución de Iñigo Liceranzu. Uno de los puntos que las partes debían negociar era el contrato hasta junio de 2017 que tenía Aguirre, después de que se le renovara hace tres meses, pero los mandatarios aseguraron que el míster «ha puesto todas las facilidades» y no se le abonarán estos dos años, aunque sí recibirá su correspondiente finiquito.

Con la noticia ya en la calle llegó el momento más duro, cuando el propio Aguirre entró al vestuario de la primera plantilla para comunicar su destitución con un discurso que no estuvo exento de emoción y en el que el asturiano pidió a los jugadores que estuvieran «fuertes» en estos tres partidos que quedan por delante, un mensaje que ya avanzó en la rueda de prensa del domingo tras un encuentro que él mismo admitía no sabía si podía ser el último. Es precisamente ese mensaje de energía el que Aguirre quiso enviar y reiterar que «la permanencia es posible y está al alcance».

Una vez comunicada la situación a los jugadores, la plantilla trabajó con relativa normalidad y mañana volverán a hacerlo ya con Balta, aunque no dudaron en mostrar su apoyo al asturiano a pesar de que son conscientes de la mala dinámica en la que se encuentran inmersos. No obstante, confían en la salvación y están convencidos de que en estas tres jornadas llegarán los resultados.

También dolidos por lo sucedido estaban en el cuerpo técnico que ha acompañado a Aguirre en los últimos años, y a última hora de ayer era también una incógnita si todos continuarán, aunque en el club esperan que sigan trabajando con el primer equipo.

Aguirre llegó al Zamora CF en enero de 2011 de la mano del entonces presidente Simón García Taboada con el equipo en una mala situación y consiguió la salvación en la penúltima jornada. Ese verano, ya con Maxi Martín en la presidencia se le renovó y el equipo logró la permanencia en el último partido ante el Salamanca. Un año después, con Isaac Macías dirigiendo la gestora del Zamora CF y con múltiples problemas económicos, el equipo acabó la Liga regular en el puesto de promoción y se mantuvo en Segunda B tras ganar al Villanovense y Constancia de Inca. Con la llegada de Segismundo Ferrero al club el entrenador continuó y vivió su mejor campaña en cuanto a resultados para terminar séptimo y con plaza en Copa del Rey, para llegar a la Liga actual en la que el equipo cerró la primera vuelta con unos brillantes 26 puntos pero desde que comenzó 2015 los resultados no han acompañado y se ha terminado con la destitución del asturiano.