Este año hemos alcanzado máximos históricos en el precio de la luz. El pasado mes de enero, en plena ola de frío, se rozaron los 100 euros por megavatio hora. Con la llegada de la primavera se esperaba un retroceso del precio, sin embargo ésta se presenta cálida y seca, por lo que todo indica que se mantendrá alto.

El precio de la luz en el mercado mayorista registró un precio medio de 43,18 euros por megavatio hora (MWh) en marzo, lo que supone un descenso del 15% respecto a febrero, aunque se sitúa un 55,4% por encima de lo que marcaba hace un año.

Para ayudarte a ahorrar en la factura eléctrica, echa un ojo a estos dispositivos que te presentamos a continuación.

Enchufes programables

Desde 35 euros se pueden adquirir por Internet. Los aparatos con mayor consumo se conectan a ellos o bien las regletas a las que se enchufan dispositivos como la televisión o el equipo de música. Mediante una app se puede programar el encendido y el apagado. Estos enchufes programables registran el consumo de real del aparato conectado, con lo que podemos saber lo que ahorramos con un cambio de hábitos.

Disipador para radiadores

Se trata de un aparato con forma de tubo, con rendijas en los extremos y un ventilador en el centro. Se coloca encima del radiador y el ventilador se encarga de recoger el calor y de distribuirlo por todos los rincones de la habitación. Se pueden comprar a partir de 30 euros.

Detectores de presencia

Son los que se utilizan en los portales de los edificios o en los baños de bares y restaurantes. Con estos detectores evitaremos dejar las luces encendidas de las habitaciones. Encienden la luz cuando detectan el movimiento. El inconveniente es que corremos el riesgo de quedarnos a oscuras en el momento más inoportuno si permanecemos quietos mucho tiempo. Por ello es aconsejable instalarlos en estancias donde no pasemos mucho tiempo, como por ejemplo el pasillo. En cualquier caso, permiten determinar el tiempo que van a funcionar y el alcance.

Termostatos inteligentes

Con un termostato de este tipo ya no hará falta poner la calefacción a tope para que se caliente la vivienda lo más rápido posible. Mediante el móvil podemos activarlo para que empiece a templar la casa antes de que lleguemos. Además, se puede programar para que se encienda cuando la temperatura baje de los grados que le indiquemos o se apague cuando alcance la cifra programada. De este modo mantendremos la casa caldeada sin tener que estar siempre pendientes. Su único inconveniente es que son caros: no bajan de los 100 euros.