Muchas veces resulta frustrante contratar la mejor oferta de internet, y que desde nuestra habitación no podamos conectarnos a la wifi porque la señal no llega. Nos volvemos locos, pues llega al portal de casa y no a la habitación. Más aún, pagamos por un servicio al que no sacamos el máximo potencial. ¿Cuál es el problema? ¿Cómo solucionarlo?

En primer lugar vamos a situarnos en lo que es una señal wifi. No dejan de ser ondas electromagnéticas que se propagan por el aire. Los objetos físicos pueden ser un bache. Un muro de carga opaco puede detener hasta el 100 por cien de la señal. Otras ondas, como pueden ser hasta las de un microondas, pueden interferir y alterar la señal. Una videocámara puede llegar a anularla y un teléfono inalámbrico reducir hasta un cuarto su potencial -existen modelos específicos que no afectan en nada-. También los teclados y ratones BlueTooth aunque su incidencia es mucho menor.

Puede haber otro tipo de interferencias. Si vivimos cerca de un estadio o de un edificio de administración pública pueden tener instalados inhibidores de frecuencia para evitar ataques terroristas. O podemos vivir cerca de repetidores de telefonía o generadores de energía que afectarán directamente a nuestra señal. Incluso la cantidad de espejos, que funcionan como una pared que rebota la señal, pueden afectar en el resultado. Estas son algunas de las acciones que puedes realizar para mejorar la señal WiFi de tu casa o puesto de trabajo.

1. Colocar el router un un sitio estratégico

Fundamental para un correcto funcionamiento. Si encontramos un lugar que no tenga obstáculos de salida, mejor. Además, existe la opción de comprar amplificadores de señal que van conectados a cualquier enchufe. No son caros y funcionan bien. No es bueno colocarlo al lado de una televisión. También debemos evitar colocarlo en el suelo. Cuanto más alto, mejor.

2. Cambia el canal del router

Podemos estar compartiendo canal con la red de un vecino ya que muchos usan el mismo por defecto. El más habitual es el 6 en la banda de 2.4 Ghz. Hay hasta once canales distintos. Cada modelo se cambia de una forma. Tendremos que recurrir al manual de instrucciones o a la página web del fabricante.

3. Actualizar el firmware

Cada marca ofrece constantes actualizaciones para nuestros aparatos. Lo mejor es visitar la página web del fabricante del router y actualizar con el último firmware. Siempre comienzan con 192.168xxxxxx.

4. Asegurarnos que nadie nos piratea la señal

Quizá estés pagando la conexión a un vecino gorrón. Cambiar la contraseña cada cierto tiempo es una buena forma de impedirlo. Programas como el Wireless Network Watcher nos pueden ayudar a comprobarlo.

5. Cambia las antenas del dispositivo

Quizá esté ahí el problema. Podemos instalar antenas de mayor ganancia. Si tenemos un módem con antenas internas la instalación es muy complicada ya que tendremos que abrir la caja y tocar en su interior lo cual requiere un conocimiento previo que no muchos tenemos. Los que tienen antenas exteriores nos permiten una instalación tan sencilla como desenroscar las antiguas y colocar las nuevas.

6. El problema puede estar en tu equipo

Puede ser que tu ordenador, tableta o móvil tengan algún problema y te estés centrando en el router y su señal. Revisa que el driver del adaptador wifi esté actualizado en la página oficial del fabricante.

7. Invierte en un mejor router

Los aparatos que nos suelen regalar las compañías de teléfonos son de gama media e incluso baja. Si trabajas en casa o necesitas imperiosamente una buena conexión, no es descabellado gastar dinero en un router mejor de doble e incluso triple banda. A la larga, lo agradecerás.

8. Limita el número de dispositivos

Quizá estés conectando demasiados aparatos a tu red. Lo mejor es crear una lista de direcciones MAC ("Media Acces Control") con el que sólo se podrán conectar los aparatos que tú integres en dicha lista. Para ello, necesitas la dirección MAC de cada dispositivo. Cada teléfono, tableta u ordenador tiene una forma diferente de acceder a ella según el fabricante.