La Comisión Europea (CE) ha exigido a Google cambios en varias de sus prácticas si quiere evitar una multa por abuso de posición dominante, según ha anunciado el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia.

Bruselas, que abrió una investigación en noviembre de 2010, considera que la compañía estadounidense puede estar violando normas comunitarias por, entre otras cosas, dar prioridad a sus anuncios y aprovechar contenido de competidores en su propio beneficio.

Almunia ha explicado que ha escrito a la compañía para ofrecerle la posibilidad de presentar posibles soluciones en un plazo de "semanas" antes de seguir adelante con el caso, que eventualmente podría desembocar en una sanción multimillonaria.

El vicepresidente de la Comisión destacó que, en concreto, sus servicios mantienen cuatro dudas principales sobre el modelo de negocio de Google.

Una de las prácticas que preocupan a Bruselas es que, en las búsquedas que hacen los usuarios, Google muestra sus propios servicios verticales de forma preferencial, en detrimento de los de sus competidores.

En segundo lugar, la CE desaprueba la manera en que Google copia material original de las páginas web de sus competidores, como por ejemplo opiniones de los usuarios de hoteles o restaurantes, y lo utiliza en su propia página web sin permiso previo, aprovechando los beneficios que eso conlleva.

Otra preocupación de la Comisión son los acuerdos entre Google y sus socios en páginas donde despliega publicidad relacionada con las búsquedas, que dan lugar a una "exclusividad de facto" al gigante estadounidense y cierra posibilidades a competidores que también ofrecen servicios de publicidad.

Por último, la CE cree que Google impone restricciones a la portabilidad de las campañas de publicidad relacionadas con las búsquedas en línea, desde su plataforma AdWords a otras plataformas de competidores.

"Si Google propone una serie de remedios que pongan fin a nuestras preocupaciones, daré orden a mis servicios de que inicien las discusiones para concretar un paquete de soluciones", indicó Almunia, quien enfatizó la voluntad expresada por Google de dialogar y discutir cualquier preocupación comunitaria.

Según el comisario, el objetivo es llegar a una "decisión de compromiso" que evite continuar los procedimientos formales -mediante el envío de un pliego de cargos- que podrían desembocar en la imposición de una multa por parte de la Comisión.

Por su parte, la compañía aseguró que acaba de empezar a analizar los argumentos de la Comisión y que, aunque está en desacuerdo con sus conclusiones, está dispuesta a "discutir cualquier preocupación que pueda tener", señaló en un comunicado el portavoz de Google en Bruselas, Al Verney.

"La competencia en la web ha aumentado espectacularmente en los dos últimos años, desde que la Comisión inició este examen, y la presión competitiva que afronta Google es tremenda", apuntó, y agregó que, en ese contexto, "la innovación en línea nunca ha sido tan grande" como en ese periodo.

Bruselas analiza desde 2010 las denuncias contra Google de tres compañías: la web de comparación de precios británica Foundem (miembro de la organización ICOMP, parcialmente financiada por Microsoft, y también de la propia FairSearch), el buscador de información legal francés ejustice.fr, y la web de compras de Microsoft Ciao!.

En marzo del año pasado Microsoft se sumó a las quejas y anunció que denunciaría a Google por supuestas prácticas antimonopolio, al igual que hizo un mes antes la empresa francesa 1plusV, propietaria de varios buscadores de internet.