Los televisores 3D siguen aportando un alto volumen de novedades y apuestas tecnológicas, y ahora mismo las principales son los aparatos que convierten 2D en 3D, las gafas baratas y los televisores que pueden verse sin lentes.

La conversión de los contenidos tradicionales en tridimensionales es un esfuerzo inteligente de la industria para subsanar la escasez de productos nativos 3D y dar más sentido a la compra de televisores de este tipo. Las principales marcas tienen modelos con esta prestación, algo que los compradores deben tener en cuenta al elegir.

En cuanto al desembarco de las gafas de obturación pasiva (las polarizadas que utilizan las salas de cine), tiene una clara ventaja: su coste es veinte veces menor que las gafas activas empleadas por firmas como Samsung, Sony, Panasonic y Loewe, entre otras. LG, que lidera la propuesta de lentes low cost, tiene equipos que se venden con siete gafas incluidas. Y Philips utiliza también el sistema pasivo en su Ambilight Cinema 21:9 Gold, un televisor superpanorámico especialmente pensado para visionar películas.

Por último, Toshiba ha presentado el primer televisor 3D de alta definición sin gafas, el ZL2, que utiliza un ingenioso sistema óptico que orienta sus imágenes en nueve ángulos de visión diferentes, cada uno determinado exactamente mediante una cámara que detecta dónde están situados los espectadores. Este mecanismo elimina el escollo histórico de las imágenes 3D sin gafas, hasta ahora visibles solamente desde una única y exacta posición central.

LG 55LM960V, con siete gafas 3D incluidas. Precio estimado: entre 2.999 y 3.499 euro.

Toshiba 55ZL2G. Precio estimado: 7.999 euros.

Philips 50PFL7956H 21:9 Ambilight Cinema 21:9. Precio estimado: 1.499 euros