Para los dermatólogos, el término verruga hace referencia a un tipo de formación epitelial hiperqueratósica, circunscrita y de naturaleza benigna, producida por la infección de las células epidérmicas por algunos genotipos del virus del papiloma humano (VPH). En términos coloquiales, también se denomina verruga a cualquier lesión excrecente que aparece en cualquier localización de la piel del cuerpo y que puede incluir desde nevus (lunares), angiomas, queratosis seborreicas o acrocordones, a las verdaderas verrugas virales.

Aunque no existen muchos datos en la literatura médica sobre verrugas virales, parece que el 10-15% aparecen en edad pediátrica y son más frecuentes en niñas que en niños, surgiendo a los13 años en las primeras y a los 14,5 años en los segundos.

Además, existen diversos tipos de verrugas infecciosas: 'Verrugas comunes', 'verrugas planas', 'verrugas plantares' y 'verrugas genitales'. Las verrugas se transmiten por contacto directo piel con piel o indirecto por utensilios. Es necesaria una puerta de entrada que suelen ser pequeñas roturas en la piel o en las mucosas. El periodo de incubación no está bien establecido pero parece que oscila entre 1 y 6 meses.

Así lo explica el doctor Román Barabash Neila, dermatólogo del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, quien añade que estas verrugas virales no son hereditarias. "Son un proceso infeccioso. En lo que si puede haber agregación familiar es en la predisposición a infectarse por el tipo de virus que las origina", indica.

Respecto a si se pueden y deben quitar, el especialista precisa que es posible tratarlas mediante distintos métodos, entre los que se incluyen la crioterapia, la electrocoagulación, el ácido salicílico, el láser, la bleomicina entre otros. "Es importante saber que ningún tratamiento es efectivo al 100%. En cualquier caso, en determinadas circunstancias, como en la infancia, a veces es mejor la postura abstencionista, es decir, esperar a que, en el caso de los niños, el propio sistema inmune se desarrolle y sea capaz de acabar con la infección", aprecia el experto.

Eso sí, aconseja a la hora de evitar su proliferación, no facilitar al virus una "puerta de entrada". "Lo ideal es evitar que éstas puertas existan, y esto se consigue cuidando bien nuestra piel, a través de la hidratación, con protección solar, y evitando utilizar cosméticos o jabones agresivos", indica.

El miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) rompe con la falsa creencia de que al romperse una verruga y sangrar puede contagiar y proliferar más. "La verruga no se transmite a través de la sangre ya que el virus causante no está en ella. Hay que desmontar ese mito. Se trasmiten por contacto directo y es necesario un defecto o pequeña fractura en la piel para que el virus infecte", concluye.

El presidente de honor la AEDV, el doctor José Carlos Moreno, explica que es "evidente, y bien conocida", la evolución espontánea de las verrugas hacia la curación, como consecuencia de la actuación del sistema inmunológico. En concreto, puntualiza que el 30% desaparecen en seis meses y el 40% a los 2 años.

¿Cómo saberlo? ¿Están justificadas terapias muy agresivas? "Con respecto a la primera cuestión solo existe una respuesta: esperar. En referencia a la segunda dice que es necesario tomar una actitud activa, 'no necesariamente agresiva', ya que considerando las cifras la mayoría de las verrugas no involucionan, aumentan de tamaño, son contagiosas, pueden producir dolor y resultan antiestéticas", comenta.