La psicóloga y portavoz de la Associació Balear d´Alletament Matern (ABAM), Thaïs Puig, defiende que los bebés y los niños "necesitan mamás felices, no mamás que den teta". "Es preferible dar [el pecho] menos tiempo y disfrutándolo que forzar una lactancia que no se disfruta, porque el mensaje que reciben los niños es que mamá está haciendo esto por obligación, que los adultos hacen cosas que en realidad no quieren", dice Puig, que apostilla: "Y si el bebé es una niña está siendo educada en un modelo de mujer sufridora, de madre sufridora, que no es el que querríamos transmitir si nos parásemos a pensarlo de manera consciente".

Con motivo de la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, Thaïs Puig explica que su objetivo era "entrar en el debate de si las mamás que adoptan la elección de amamantar a sus hijos y criar de manera consciente se convierten en víctimas y pueden llegar a entrar en un círculo de sentirse abrumadas, agobiadas e incluso esclavas de la lactancia".

En este sentido, subraya que su postura es que cuando eligen amamantar o no hacerlo, las mujeres están adoptando "una decisión adulta y responsable". "Tiene que ser la propia mujer la que se escuche a sí misma y la que decida en qué momento quiere hacerlo, cómo, durante cuánto tiempo o la manera en que quiere desarrollarlo", señala la portavoz de ABAM, que aclara que esto en ningún caso "desmerece todos los beneficios de la lactancia materna". "La evidencia científica de las ventajas de la lactancia materna está ahí y las mujeres están informadas de por qué es mejor dar el pecho para la salud del bebé y la salud de la mamá", destaca.

Más allá de esto, para Puig la llegada de la leche de fórmula -que, puntualiza, "ha salvado muchas vidas"- y los cambios en el abordaje de la maternidad y el parto "han influido directamente en la imagen que tiene la mujer de su capacidad para criar a sus hijos", por lo que es necesario "volver a escucharse y tomar decisiones personalmente, en cada caso y cada momento". "Porque hoy puedo disfrutar muchísimo de la lactancia y mañana no. Y está perfecto si la decisión la tomo desde una elección adulta y responsable, y no en base a una creencia que he construido por falta de información, por mitos o porque me he puesto la etiqueta de mamá de crianza natural y lactancia hasta los 8 años", subraya Puig, que insiste en que las mujeres no se deben limitar por "esas imágenes y etiquetas".

"Exceso de celo"

La portavoz de ABAM reconoce que como aún se está recuperando la naturalidad en la lactancia, el apoyo a esta "por desgracia a veces se hace con un exceso de celo", olvidando a la persona, que quizás "por su situación particular o sus creencias necesita en un momento dado otra opción, o que si tuviese más información o recursos lo haría disfrutando, pero que no está en ese momento". "Lo que queremos trasmitir a las mamás es que tomen la decisión que tomen está bien si es una decisión meditada y consciente".

Asimismo, Puig comenta que "una cosa es la lactancia en su inicio y otra cuando se prolonga en el tiempo". "Hablamos de bebés y niños de uno, dos, tres o seis años que siguen tomando el pecho y muchas veces la mamás siguen porque disfrutan y otras muchas porque no saben cómo dejar de darlo y que no sea un trauma familiar", explica. En este segundo caso, señala que las mujeres quizás necesitan "investigar o probar otras maneras" de relacionarse con sus hijos.

E igual sucede con todo lo referido a la crianza: "Si quiero tener a mi bebé durmiendo conmigo o cómo quiero educarle, si en el respeto y la tolerancia o en el autoritarismo y la dictadura", pone como ejemplo. "Tomemos conciencia de qué tipo de crianza queremos y de las consecuencias que tiene cada acto y decisión que tomamos para nosotras, nuestros hijos y nuestra familia. Porque tomar conciencia de ello nos libera, aunque también nos responsabiliza, y dejamos de ser víctimas", concluye.