En el mes de mayo saltó a la palestra internacional un descubrimiento pionero operado en España que persigue el ansiado "elixir" de la eterna juventud. ¿Puede la ciencia "estirar" aún más la vida de los humanos?

Por ahora, un equipo de investigadores científicos españoles del CNIO ha probado con éxito la primera terapia para alargar la vida en ratones. Hasta ahora, eso había implicado modificar los genes de los animales desde la fase embrionaria, algo que no se plantea (y es contrario a la legislación) en humanos. La novedad de esta terapia antienvejecimiento es que es susceptible de usarse en personas, porque actúa directamente sobre los genes.

El equipo del CNIO que lidera la bióloga molecular María Ana Blasco ha probado que es posible alargar la vida de ratones, pero con un tratamiento que actúa solo sobre los genes. Lo han hecho en animales adultos y una sola vez.

La premisa es la siguiente: el envejecimiento del organismo se produce, en parte, por la falta de "telomerasa". Pues bien, eso puede corregirse con terapia génica. Si se reintroduce el gen de la telomerasa en las células se puede frenar la velocidad del envejecimiento. Y entonaron eureka.

Lo que han logrado en este ensayo sería el equivalente a lograr que un adulto viva 100 años sin enfermedad. Así lo explica la propia investigadora, entendiendo que a los ratones tratados se prolongó su vida en un 24%: "Si asumimos que la vida media en humanos es de unos 80 años, esto sería vivir aproximadamente unos 100 años de media. Sin embargo, lo importante no es vivir más, sino que estos ratones tienen aumentado lo que se llama en inglés "health span"o tiempo de vida sin enfermedad", asegura a través de correo electrónico la reputada científica. Y los resultados ya se hicieron públicos en la revista "EMBO Molecular Medicine".

Desde hace años, diversas teorías postulan que la vida humana podría ganar en longevidad. Uno de los teóricos más destacado a nivel mundial es el gerontólogo inglés Aubrey de Grey. Pues bien, el experto cree que es perfectamente posible alargar la vida con el avance de la medicina regenerativa. El también director de la revista académica Rejuvenation Research,expone sus tesis de que el conocimiento para desarrollar una medicina efectiva contra el envejecimiento ya existe, pero falta financiación. Aún así, no cree que esta misma terapia de "telomerasa" en ratones sea válida en humanos.

Detractores

¿Pero podría este tratamiento mejorar todos los parámetros relacionados con el envejecimiento? La respuesta de la española Ana Blasco es: "En el trabajo vemos que mejora todos los parámetros que estudiamos que son: osteoporosis, fitnes de la piel,coordinación neuromuscular, metabolismo de la glucosa y de la insulina,capacidad cognitiva..." Pero aunque siendo "joven", un cuerpo a nivel celular, siguen existiendo amenazas como el cáncer.

¿Y si esa"telomerasa" que tiene efecto rejuvenecedor cae en un célula cancerígena? Como en el organismo también existen células pretumorales, la enzima haría que éstas también se expandiesen, reconoce la propia investigadora. Por eso, ya hay voces que se posicionan en contra. Es decir, que no creen que la telomerasas pueda alargarnos la vida. Al tiempo que actuasen positivamente para las células "buenas", podrían contribuir a la expansión de un tumor si cayesen en una pre-tumoral.

"El cerebro está hecho en su inmensa mayoría de células que no se dividen. La mayor parte de las neuronas no se dividen y por ello tenemos enfermedades como demencia y párkinson", recuerda el biólogo de la Complutense, Gustavo Barja.

En biología, ¿la vida conlleva necesariamente la muerte? Según la visión más innovadora a nivel biológico, que postula Manuel Serrano, no."No hay que aceptar el destino del envejecimiento como algo inevitable; como no se aceptan las infecciones", asegura.

Los investigadores del CNIO, en colaboración con Eduard Ayuso y Fátima Bosch, del Centro de Biotecnología Animal y Terapia Génica de la Universidad Autónoma de Barcelona, trataron a ratones adultos, de un año de edad; y viejos, de dos años. En ambos casos la terapia génica tuvo un efecto "rejuvenecedor", escriben los autores.