La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido este martes que el brote de ébola en África Occidental ya no es una amenaza global, al tiempo que ha advertido de que aún podrían detectarse nuevos casos en los países más afectados, por lo que ha pedido que se mantenga la ayuda internacional.

La Comisión de Emergencias ha decidido en su última revisión del brote de ébola que "ya no constituye una emergencia de salud pública de preocupación internacional por lo que las recomendaciones temporales deben levantarse", apuntando en concreto a las alertas de viajes contra Sierra Leona, Liberia y Guinea.

La agencia de la ONU ha esgrimido que "la transmisión del ébola en África Occidental ya no constituye un evento extraordinario, el riesgo de propagación internacional es bajo y los países tienen la capacidad para responder rápidamente a nuevos casos".

La OMS ha valorado que desde la última revisión los países más afectados han logrado cortar "la cadena original de transmisión del ébola". "Los tres han completado el periodo de observación de 42 días y el adicional de 90 desde que el último caso vinculado a la cadena original dio negativo por segunda vez", ha apuntado.

Sin embargo, ha alertado de que, "tal y como estaba previsto, siguen apareciendo nuevos casos debido a la reintroducción del virus por parte de los supervivientes, aunque con una frecuencia decreciente". Hasta ahora se han detectado doce casos, la mayoría en Guinea.

"Como en otras áreas del África subsahariana, donde el ébola está presente en el ecosistema, y admitiendo que en los próximos meses podrían surgir más casos, estos países deben mantener su capacidad de prevención, detección y respuesta", ha indicado.

En este sentido, la OMS ha recalcado en un comunicado la importancia de mantener la ayuda internacional, sobre todo para continuar con el desarrollo científico y técnico y garantizar los cuidados sanitarios mínimos.