Los excesos gastronómicos en Navidad pasan factura, pero ¿hasta qué punto? Pues depende, son varios los factores: la cantidad, el tipo de alimentos; el alcohol que ingerimos; el número de encuentros que realizamos alrededor de la mesa para festejar las fiestas, etc.

En una de estas comidas se puede alcanzar una ingesta de más de 3.000 kcal, una cifra que supone el 150 por ciento de las que una persona media puede necesitar en todo un día. Mientras que una comida normal debe implicar entre 750 y 1.000 kcal o una cena entre 500 y 750 kcal.

Según esta radiografía de las comilonas navideñas, elaborada por la marca de avena y muesli Kölln, con el asesoramiento del dietista-nutricionista Juan Revenga, muestra que un festín navideño puede llegar a triplicar o incluso cuadriplicar esta cifra.

Es fácil llegar a estos números si se tiene en cuenta el aporte calórico de algunos platos típicamente navideños. Por ejemplo, en una cena o comida navideña que incluya en su menú langostinos (4 aprox: 82 kcal) con mayonesa casera (25 gr: 190 kcal), una ración de pulpo a la gallega con patatas (350kcal), asado de carne con salsa y puré de patatas (450 kcal) con un trocito de turrón (25gr: 150 kcal) y un polvorón (190 kcal) de postre, implica un consumo de 1.412 kcal.

A estos excesos en las comilonas festivas se les añade el consumo de alcohol. Es fácil acompañar las cenas con un par de copas de vino y brindar con cava para recibir el año, ya supone un plus de 325 kcal en la cuenta total. Por no hablar de otras bebidas con mayor contenido alcohólico, como una copa de whisky, brandy o ginebra que conlleva 244 kcal, o una de anís, que añade de golpe 297 kcal.

La solución para compensar estos excesos, según el nutricionista, "es hacer lo mismo que cuando nos ponen una multa por velocidad, es decir: pagar y hacer propósito de enmienda. El verdadero problema en estas cuestiones es la previsión del exceso. Es decir, el pensar que como son fechas señaladas estas hay que celebrarlas recurriendo a grandes comilonas".

¿Cómo evitamos los excesos?

En líneas generales, Alicia Aguilar, directora del máster de Nutrición y salud de la UOC, aconseja "mantener unos hábitos alimenticios saludables durante el resto del día (consumo diario de frutas, verduras, platos principales a base de arroz, pasta o legumbres, no saltarse comidas, etc.) y volver a la rutina cuanto antes una vez finalizadas las celebraciones".

Ahora bien, para aquellos que necesitan una orientación nutricional más concreta la experta ha elaborado un decálogo de consejos:

1. No hay que saltarse la comida anterior intentando compensar, puesto que se llegará con más hambre y es posible que se coma más.

2. Hay que ajustar las raciones. Es importante planificar el menú considerando el número de comensales. Se tiene tendencia tanto a cocinar en exceso como a servir demasiado, lo que lleva a comer más de lo que incluso apetece a la vez que a desperdiciar comida.

3. En los aperitivos se debe moderar la cantidad para consumir y combinar siempre las opciones con más grasa (patés, quesos y embutidos) con otras a la plancha, hervidas o a base de vegetales (almejas al vapor, ensaladas con hojas de colores y frutas, gambas a la plancha, carpaccio de frutas..).

4. Aunque las carnes están muy presentes esos días en los platos tradicionales (pollo con ciruelas, canelones, cordero...), hay que procurar incluir también menús basados en pescados o vegetales.

5. Conviene recurrir a los postres a base de frutas. En esta época es fácil encontrar variedad de frutas que, por su colorido y exotismo, permiten preparar postres atractivos con menor contenido calórico que los helados o pasteles y con mayor cantidad de fibra para saciarnos.

6. Si nos excedemos en la comida, prescindamos de los turrones o los polvorones. Podemos reservar un día para cada cosa, terminar una comida ligera con postres navideños y, en cambio, acabar una comida más abundante con una infusión digestiva.

7. Hay que moderar el consumo de alcohol. A parte del impacto en la salud, a mayor graduación mayor aporte calórico. No se deberían superar las dos-tres copas de vino/cava entre la comida y la cena.

8. Hay que evitar las sobremesas eternas con comida en el centro, puesto que es más fácil picar alguna cosa aunque ya estemos llenos. Los juegos de mesa o los de baile o karaoke pueden ser también una manera divertida de seguir en familia y divertirse.

9. Una vez finalizadas las celebraciones navideñas, es conveniente volver a la rutina cuanto antes. Si ha sobrado comida, se puede congelar y guardar para ocasiones especiales.

10. Conviene aprovechar los buenos propósitos para el año nuevo para plantearse como objetivos llevar una alimentación más vegetal y realizar más actividad física.