Las frutas y verduras aportan una gran cantidad de nutrientes al organismo, aunque durante la conservación, manipulado y cocinado se suelen desperdiciar el valor nutritivo de estos alimentos.

Por ello, y con el objetivo de prevenir la pérdida de nutrientes, la Asociación '5 al día' ha aportado 12 consejos prácticos:

1. Adaptar el volumen de compra al ritmo de consumo en el hogar, para evitar el almacenamiento prolongado que ocasione pérdida de nutrientes y de parte de los alimentos.

2. Aprovechar, en la medida de lo posible, las capas y hojas exteriores de frutas y verduras.

3. Pelar y cortar el alimento justo antes de prepararlo y/o consumirlo.

4. Evitar al máximo la exposición a factores que pueden disminuir el contenido de minerales y vitaminas: luz, calor excesivo, remojos excesivamente prolongados u oxígeno.

5. Lavar las frutas y hortalizas enteras y trocearlas posteriormente.

6. Los zumos, licuados o triturados de frutas y hortalizas crudas tienen mayor aprovechamiento de su azúcar pero menor contenido en fibra, excepto en triturados. Se reduce también poder saciante, y pueden sufrir pérdidas importantes de vitaminas y alteraciones indeseables de color y sabor si se consumen varias horas después de su preparación y se mantienen expuestos a la luz, el aire y fuera de la nevera.

7. Preferir métodos de cocción en los que el agua y el alimento tengan poco contacto como al vapor, en el microondas o salteados. No obstante, los procesos culinarios proporcionan variedad sensorial y gastronómica a la alimentación y no es necesario renunciar a ninguno de ellos.

8. Poner los alimentos a cocer con el agua hirviendo y no con el agua fría. Utilizar la mínima cantidad posible de agua. Evitar los hervidos con ebulliciones violentas.

9. Si se cocina para varios días, enfriar en refrigerador y congelar. Descongelar en la nevera o en microondas.

10. Añadir un chorrito de vinagre o de zumo de limón al agua de cocción si el cambio de sabor no altera la aceptación del plato. No abusar de la sal añadida.

11. Evitar la cocción excesiva de los alimentos. Cocinar las hortalizas al 'dente' y enfriarlas tras la cocción es la mejor manera de conservar sus vitaminas.

12. Aprovechar el agua de los vegetales cocidos para elaborar otros alimentos (salsas, sopas o purés), excepto en acelgas, espinacas o remolacha.