Psiquiatría

Brotes psicóticos, ¿cómo se pueden detectar?

Los primeros episodios psicóticos suelen debutar en la adolescencia con depresión, ansiedad y aislamiento

Brote psicótico.

Brote psicótico.

EP

Los primeros episodios psicóticos suelen debutar en la adolescencia con depresión, ansiedad y aislamiento, aunque en ocasiones se pueden producir delirios, alucinaciones e ilusiones sensoriales, según el psiquiatra de la Fundación Jiménez Díaz, el doctor Juan José Carballo.

Según explica en una entrevista a Europa Press, aunque la edad en la que suelen aparecer estos trastornos se ha fijado entre los 18 y 25 años, lo cierto es que "efectivamente" entre los 14 y los 18 años puede producirse algún brote psicótico que será considerado de inicio temprano.

A la hora de detectar posibles brotes entre los adolescentes, hay que fijarse en el estado del joven, si sufre depresión, tristeza, una pérdida de interés mantenidos en el tiempo, alteraciones de sueño o insomnio, cambios en la conducta significativos con sus compañeros o amigos, aislamiento social, o cambios súbitos.

En un inicio, "en la adolescencia estos brotes son de tipo insidioso con fases iniciales de depresión, ansiedad, aislamiento, etc, y, en muchas ocasiones, estos síntomas se confunden. Finalmente dan la cara con síntomas positivo-alucinatorios", explica.

En contra de lo que se pudiera pensar la violencia no es un síntoma general en estos pacientes y, de serlo, "la agresividad suele ser contra uno mismo". En este sentido, recuerda que lamentablemente aunque sí hay conductas agresivas en los trastornos mentales lo cierto es que no es una conducta generalizada y, por tanto, entiende que para acabar con el estigma que padecen estos pacientes debería evitarse relacionarles con conductas violentas.

"En la infancia hay que prestar especial atención"

Lo cierto es que, señala, "aproximadamente, la mitad de los trastornos mentales aparecen por primera vez antes de los 14 años". No obstante, cuanto se habla de trastornos mentales, se hace referencia a todo tipo de enfermedad mental, es decir desde la depresión al déficit de atención hasta problemas como la esquizofrenia, el trastorno bipolar, o los episodios psicóticos intuidos por tóxicos.

Como recuerda el Libro Blanco de la Psiquiatría del Niño y del Adolescente elaborado por Fundación Alicia Koplowitz, hasta hace poco tiempo se negaba que los niños sufrieran trastornos mentales, o se minimizaba su importancia.

Sin embargo, es en la infancia cuando "hay que prestar especial atención". "Antes los trastornos psicóticos se consideraban trastornos neurodegenerativos y ahora se ha cambiado el paradigma a un trastorno del neurodesarrollo", recuerda.

Actualmente se cuenta con suficientes evidencias que demuestran la existencia de relación y continuidad entre los trastornos mentales infantiles y los de la vida adulta; hasta el punto de que "los trastornos psiquiátricos que debutan antes tienen un peor pronóstico".

No obstante, admite que falta conocimiento sobre la evolución de los trastornos psiquiátricos en al infancia y adolescencia por la idiosincrasia de los mismos. "Puede producirse un brote psicótico que sea único en la evolución de un paciente, y no se vuelva a producirse", explica, o puede verse afectado por un episodio que vuelve a repetirse en el tiempo, y, en tal caso, podría verse si se trata de una esquizofrenia.

En cualquier caso, aclara que "un buen cuidado y una buena adherencia al tratamiento, pueden mitigar muchos de los efectos de un inicio temprano". Para ello, sería prudente tener dentro de los dispositivos de atención sanitaria perfiles profesionales específicos, tales como psiquiatras, enfermeras psiquiátricas, psicólogos y trabajadores sociales.