Tener unos labios suaves y bien hidratados, sin pieles sueltas que arruinen el efecto de los distintos tonos de rojos y colores oscuros que los visten este invierno, es posible. El viento y el frío están en su contra y, si no se protegen bien, acaban secos, agrietados y doloridos.

Los exfoliantes labiales (que suelen estar hechos con distintas fórmulas de azúcar granulado), los bálsamos, los productos de tratamiento para rellenarlos, potenciar su volumen y combatir las arrugas verticales (llamadas código de barras) que envejecen su contorno, y un protector solar, imprescindible para runners y esquiadoras, son los mejores aliados para unos labios impecables. Llevarlos en el bolso o tenerlos en el cajón de la oficina para cuando se sienta los labios tirantes o para aportarles brillo siempre es buena idea. Un gesto que funciona: exfoliar los labios antes de ir a la cama, aplicar una gruesa capa de bálsamo y dejarla actuar durante toda la noche.

Antes de maquillar una boca con tonos poderosos, como se llevan, o jugar con las tendencias y el efecto ombré o degradado que combina diferentes colores, los profesionales trabajan a fondo la hidratación. Suelen usar primero el exfoliante y dejar actuar el bálsamo o la vaselina mientras preparan la piel del rostro. Después eliminan el exceso de producto, perfilan el labio con un tono invisible o del mismo tono que la barra y aplican el color de forma uniforme. Si los labios se ven deshidratados o agrietados, lo mejor es optar por el tono más discreto.

Con el paso del tiempo, los labios se afinan y pierden definición; hay que tener cuidado al elegir el color. Los marrones y naranjas pueden dar una imagen de cansancio y poner años encima; los que tiendan a rosa y coral son fáciles de llevar.

Para combatir las arrugas en esta zona, además de usar productos específicos, se puede recurrir a la gimnasia facial. En el centro de Marta García, en Oviedo, pautan uno muy sencillo: pronunciar diez veces y en voz alta las vocales (A, E, I, O, U) estirando la boca al máximo. Repetir diariamente por la mañana y por la noche.