Una buena hidratación y alimentación contribuyen a proteger el pelo, especialmente en verano, durante el cual la exposición al sol, el salitre o el cloro de las piscinas pueden dañar y debilitar el cabello gravemente.

El especialista y pionero en la investigación y el tratamiento de los problemas del cabello, el doctor Victor Salagaray, ha afirmado que "una de las claves para mantener el cabello saludable durante el verano es la hidratación, especialmente si se va a tomar el sol, tanto en la playa como en la ciudad o en la montaña. Muchas veces se pone cuidado en el mar, pero si se hace turismo urbano, por ejemplo, en Roma, se pueden pasar muchas horas callejeando durante la jornada, con lo que hay que utilizar protección, igual que para la piel".

El cabello necesita entre un 15 y un 17 por ciento de agua para mantenerse hidratado, y si no recibe esta cantidad, se muestra apagado, áspero y con falta de brillo. Por otro lado, en la alimentación es fundamental el aporte de proteínas, como la queratina, y nutrientes que refuerzan el color del pelo e hidratan el cuero cabelludo, como el hierro, el zinc o el cobre.

La escasez de proteínas hace que el pelo se vea fino, frágil y escaso y pierda pigmentación. A su vez, una falta de nutrientes influye en que se aclare el color del cabello. Por ello, en la dieta no pueden faltar las semillas de mijo y sésamo y las nueces de Brasil, que aportan zinc, las legumbres, patatas y mariscos, que aportan cobre, y alimentos ricos en agua, sales minerales, lípidos y oligoelementos, como el azufre y el zinc, cuya escasez hace que el pelo se vuelva quebradizo y que se abran las puntas.

El sol, un gran enemigo del pelo

Los rayos ultravioletas de la radiación solar pueden dañar el pelo, ya que debilitan la estructura de la queratina del cabello, el principal componente de la parte más externa del pelo, y lo hacen más quebradizo y áspero. Además, blanquea los pigmentos del cabello, lo decolora y le resta brillo.

Ante el sol, lo más importante es utilizar un protector, como se haría con la piel. Existen diversos productos en 'spray', para cabello fino, y en crema o espuma, para cabello rizado o grueso, que se aplican con el cabello seco antes y después de bañarse en la piscina o en el mar. Por otro lado, la gente que sufre alopecia puede notar que "en verano se les quema el cuero cabelludo por falta de protección", ha señalado Salagaray.

La sal y el cloro causan deshidratación

El salitre deshidrata el cabello enormemente, mientras que el cloro de las piscinas lo oxida, lo deja áspero e incluso puede dar un reflejo verdoso al cabello rubio. De ahí la importancia de ducharse y lavar el pelo a diario, de forma que se eliminen los restos de sal y cloro tras pasar el día en la playa o en la piscina.

Existe la creencia de que lavarse el pelo a diario es perjudicial, nada más lejos de la realidad, ya que en verano el calor incrementa la producción de sebo en el cuero cabelludo. Además, hay que lavar muy bien el cabello para eliminar restos de 'sprays', lacas, cremas o espumas. Lo más recomendable es lavarlo con agua templada, nunca caliente, y realizar el último aclarado con agua fría para activar la circulación, cerrar la cutícula y aumentar el brillo del pelo.

El agua de la ducha también puede ser perjudicial si tiene un alto contenido en cal. En este caso, se deben utilizar champús hidratantes con aloe vera, glicerol, pantenol o queratina, que retienen la humedad dentro del pelo, y reforzar el efecto de estos productos con mascarillas. Por otro lado, se deben evitar productos que contengan alcohol como las espumas y geles de peinado, que deshidratan el cabello, y optar por aceites como el aceite de argán, rico en vitamina C y productos ricos en vitamina A y provitamina B5 hidratante, que reparan y nutren el cabello en profundidad.

Cuidado con el secador y los aceites

El abuso de secadores, planchas del pelo o rulos térmicos deshidrata el pelo, por lo que es preferible secar el cabello con una toalla o dejarlo secar al viento. Para lograr un rizo natural, un truco es hacerse trenzas y soltarlas cuando el pelo esté seco.

Algunas personas utilizan 'sprays' con aceite para dar brillo al sol, sin saber que esto puede provocar quemaduras en el cabello, al igual que ocurriría si se toma el sol con aceite en la piel. Tampoco se recomienda seguir trucos caseros como utilizar zumos de frutas, mascarillas 'naturales', aceite o vinagre, ya que, aunque algunos pueden funcionar bien, es mejor usar productos testados y con controles sanitarios.