Es una de las preocupaciones de algunas ´celebs´, ¿qué perfil es el bueno? Y claro, el resto de los mortales, aunque no aparezcamos en photocalls, también tenemos esta misma inquietud cuando nos hacemos nuestros selfies o nuestro reportaje de las vacaciones de verano.

Sin embargo, el mejorar nuestro perfil tiene solución y más de un millón de personas en todo el mundo han conseguido tener el perfil ideal gracias a la rinoplastia, una cirugía con un grado de satisfacción muy alto con la que cada vez se consiguen resultados más equilibrados y naturales.

Según el último estudio realizado por ISAPS, 'International Survey on Aesthetic/Cosmetic', principal sociedad internacional para la cirugía plástica estética, en el año 2013 se realizaron casi un millón de rinoplastias en todo el mundo de las cuales casi 11.000 se practicaron en España.

Las personas que buscan mejorar su rostro se fijan principalmente en la nariz, que es la que enmarca sin duda el perfil. El doctor Ángel Martín, director médico de Clínica Menorca, comenta que: "el objetivo es modificar su estructura adaptándola a la cara para que el conjunto se muestre más armónico y más estético".

El doctor Ramón López, cirujano plástico, estético y reparador de Clínica Menorca y especialista en el arte de la rinoplastia, añade: "La rinoplastia del siglo XXI es una cirugía de balance, de equilibrio entre la parte estética y funcional, y en armonía con el resto de los elementos de la cara".

Balance de una cirugía

"A diferencia de la cirugía tradicional que es meramente reductiva, la rinoplastia actual consiste en dar equilibrio y potenciar a la vez el aspecto funcional de la nariz. Es lo que llamo una 'cirugía de balance'", explica al doctor López.

"La rinoplastia actual es arte, ciencia y sensibilidad. Hoy nuestros pacientes se ven con una nariz más bonita, y que añade al resto de su cara los elementos de proporción que hacen un rostro realmente bello", añade.

Técnica

La rinoplastia remodela la nariz mediante la reducción o aumento de su tamaño, eliminando los desvíos, cambiando la forma de la punta o del tabique, estrechando la amplitud de los orificios o cambiando el ángulo entre la nariz y el labio superior. Este procedimiento también puede servir para aliviar algunas dificultades respiratorias si se combina con el tratamiento del septo nasal.

Por lo que la estética no siempre prima, ya que la salud está por encima de todo y a veces necesitamos tirar de ella para tener un completo bienestar con nosotros mismos.

La técnica consiste en cambiar el esqueleto óseo cartilaginoso de la nariz. Durante la cirugía la piel se separa de su soporte y el cirujano esculpe el hueso y el cartílago dando la forma deseada. Se realiza a través de incisiones que se practican en el interior de la nariz y no dejan ninguna cicatriz externa visible, excepto en raras ocasiones, como cuando es necesario estrechar alas nasales. Al completar la cirugía se coloca una escayola que ayuda a mantener la nueva forma de la nariz.

Crecimiento de las narices

Es una cirugía ambulatoria que se realiza con anestesia local y sedación profunda, de tal manera que el paciente pueda permanecer dormido durante la intervención que dura de una a dos horas.

¿Sabías que a diferencia de las orejas, que a los cinco años de edad han alcanzado casi su tamaño definitivo, la nariz culmina su crecimiento a los 15 años en las niñas y a los 16 en los niños? Todos los expertos coinciden en que es a partir de esa edad cuando está indicada la rinoplastia.

Y claro, también hay que hablar de proporciones. El doctor Ramón López explica que: "mirando la cara de frente, la medida entre el entrecejo y la base de la nariz debe entrar tres veces en el largo de la cara (desde el nacimiento de la frente hasta el mentón). Si miramos el rostro de perfil el ancho de la base de la aleta nasal debe ser igual al ancho del ojo y tanto la frente, como la punta de la nariz como el mentón deben estar situados en la misma línea".

Postoperatorio y resultados finales

El paciente sale de la clínica con una escayola que, dependiendo de los casos, se retira en una semana. Los primeros días la cara está inflamada y es habitual un poco de edema, pero a los 8 o 10 días no parecerá que se haya sometido a una rinoplastia y se podrá realizar vida normal.

Durante los primeros días hay que evitar movimientos bruscos. Deberá dormir y tenderse boca arriba, hablar y reír poco, no puede frotarse la nariz o utilizar gafas... ¡ni besar durante 14 días!

Los resultados son evidentes al retirar la escayola, aunque el definitivo se obtendrá a partir de los 6 meses. Señala el doctor Martín que "la intervención requiere un enorme conocimiento técnico por parte del cirujano y exige una dilatada experiencia para minimizar el riesgo de operaciones posteriores".