Milán y París han dictado sentencia sobre lo que se llevará en moda masculina la próxima temporada primavera-verano. Las casas más importantes han enseñado sus cartas. Como siempre, en la variedad está el gusto, pero en líneas generales se puede concluir que las tendencias exóticas protagonizaron muchas pasarelas con influencias africanas y estampados belicosos del Pacífico, pero también con guiños futuristas, grandes bolsos y bastante cariño por lo híbrido en texturas, colores y formas.

Armani destierra los botones: vivan las cremalleras y automáticos. Y de colores se queda con el negro, el azul y los grises. Sobriedad ante todo. Las líneas que dibujan los cruzados de las chaquetas no se conforman con la verticalidad y juegan a ser diagonales. Sorprenden los materiales: la lana, por ejemplo, más propia de estaciones más frías. El diseñador lo explicó así: "Parecerá insignificante a quien no es inexperto, pero es una posibilidad de salir de lo banal sin hacer una colección solo para vacaciones, para ponerse solo durante quince días al año". Pero que no cunda el pánico, el sudor sigue mal visto y las blusas ligeras con transparencias se unen a los pantalones cortos con pinzas como sus hermanos mayores.

Mucho más florido se mostró en Italia el siempre audaz Gucci para apostar por un luminoso romanticismo con gotas futuristas. Tanto es así que algunas chaquetas parecen inspiradas en el vestuario de un astronauta. En la mezcla está el gusto: se puede enfundar uno formas de lo más discretas pero tapizadas de estampados llenos de flores, un jardín textil. Jean Paul Gaultier apostó en la pasarela parisina por modelos híbridos: ropa de empresario con corazón de turista, o al revés. Por ejemplo, un mono con raya diplomática se forma en torno a una americana con un cinturón parecido al de una bata, o las bermudas pasan a un segundo plano tras un delantal que parece falda. Adelante con las superposiciones: pantalones deportivos muy, muy cortos enfundados sobre mallas de ciclista o bermudas colocados sobre ´leggings´. La magia de las capas.

Prada elige camisas de estampados florales en seda, un viaje a los 40 que rezuma frescura y nostalgia a partes iguales. Valentino se militariza. Colores y formas de uniformes del ejército se reflejaron en unos diseños divertidamente castrenses. Además, se acerca al collage en camisas blancas que pone el cuello, los puños y el bolsillo en distintos colores.

Loewe ha transformado la napa en impermeable con una novedosa técnica de curtido al tiempo que perfora con micro cuadrados la piel para ponerle chispa a una cazadora cómoda y liv iana. Cerruti quiere darle un aire marinero al hombre con una cazadora de estilo ´bomber´ que lleva vistosos brocados que parecen cuerdas de barco. YusukeTakahashi propone al frente de Issey Miyake unos modelos muy ´viajeros´, y así el azul se va degradando hasta robarle el color a la arena del desierto en una túnica, los cuellos mao presumen de herencia oriental y los trajes con recuadros en rojo, marino y blanco tienen un toque occidental. Los chicos exploradores de Louis Vuitton desfilan con pañuelo al cuello y cazadoras aventureras, mochilonas de cuero y pantalones pesqueros. A la buena aventura.