Dejando de lado eso de que el azul es el color masculino, por tradición, lo cierto es que el tono que se asocia a bellezas naturales como el mar y el cielo también es uno de los más versátiles para elegir prendas de abrigo. Y en esa línea han dictado sentencia marcas conocidas, entre ellas las españolas Mango, Massimo Dutti y Cortefiel. La gabardina, la trenca y el abrigo se reinventan en diferentes tonalidades azuladas que muchas veces rayan con la gama de los grises.

En los diseños se detecta un agrandamiento de las solapas, cuellos de piel, doble abotonaduras y el eterno efecto acolchado que da lugar a propuestas tan interesantes como el husky reversible de Massimo Dutti con botonadura de trenca y un acolchado con grandes cuadrados en la cara ´B´, que los hombres más estilosos no dudan en convertir directamente en cara ´A´.

Para trencas masculinas, las de Cortefiel. Se acortan y se estrechan. Sirven para ir a la oficina o para pasear con tejanos o Dockers. Y, claro, hablar de prendas de abrigo sin mencionar a su majestad el rey plumífero seria un auténtico sacrilegio. Todos los años vuelve. Pocas prendas hay mas calentitas y confortables, siempre que estén elaborados con plumas de calidad, que no den sensación de agobio.

Los de Woolrich son una auténtica maravilla. Otra opción son los plumas delgaditos y pegados al cuerpo para llevar debajo del abrigo. Los de la firma italiana Aspesi merecen la pena.

Como los clásicos, siempre pueden optar por un abrigo de paño, estilo Loden, una de esas inversiones fáciles de amortizar. Las chaquetas de pura lana, con jersey de pico debajo, son la elección perfecta para esas mañanas en las que no hace demasiado frío. El toque perfecto es la bufanda o el pañuelo XL, en el caso de los modernos.