Vestirse cada mañana para ir a la oficina no tiene por qué convertirse en un ritual monótono y aburrido. Incluso en invierno es posible hacer gala de un estilo impresionante sin caer en estereotipos. Uno de ellos es el eterno traje pantalón. A quienes les horrorice esa propuesta se les ofrece la posibilidad de utilizar pantalones de corte masculino combinados con camisa de seda de esas que llevan un cuello-joya.

Son lo último este año y pueden conseguirse en cualquier tienda como H&M, Zara, Massimo Dutti y Mango. Muchas veces hay que salir muy abrigada a la calle, pero dentro del trabajo hay que poder desabrigarse cómodamente. Para la parte superior, se puede usar un top con mangas largas que se estreche en las muñecas, o para estar más elegante, una blusa de seda o de otro material fino prendida en las muñecas.

Aunque la camisa blanca nunca puede faltar, son infalibles, también se puede elegir alguna con estampados discretos en los colores de moda. Un suéter liso va perfecto con cualquier cosa, puede ser con escote o cuello de tortuga. Si se va con pantalones, pueden utilizarse debajo medias finas, que no marquen ni engorden.

Un pantalón gris es igual de combinable que el negro. Con falda quedan estupendas las medias gruesas, pero siempre en tonalidades oscuras, preferiblemente negro, azul marino y marrón chocolate. Las estampadas, caladas o de colores llamativos mejor reservarlas para otras ocasiones. Las faldas «lápiz» se alargan y tapan la rodilla. La minifalda se deja para el fin de semana.

Los legging son otra de esas prendas que conviene evitar en el lugar de trabajo. Para introducir una nota de alegría en el atuendo también están los tejidos con algún brillo, siempre que no se abuse de ellos.