Se ha terminado el verano, hemos cometido algunos excesos y ahora es el mejor momento para solucionarlos y ponernos al día. Primeramente, tenemos que preparar la piel adecuadamente para recibir correctamente los tratamientos posteriores, por ello es interesante comenzar con una exfoliación acelerada para obtener una piel nueva.

Se utiliza para corregir las imperfecciones cutáneas, eliminar las células muertas y activar de manera importante la renovación celular y, por consiguiente, el repulido del a piel. Permite también, así, tratar varios tipos de problemas de piel, atonía cutánea, manchas pigmentarias, queratinización excesiva, arrugas de superficie, etcétera. Permite restaurar un equilibrio fisiológico de la piel, aportando juventud.

Después, según el tipo del tipo de tejido, el estado en el que se encuentre la celulitis, retención u obesidad, conviene trabajar de un modo u otro. Teniendo en cuenta que la celulitis es el resultado de un conjunto de desequilibrios fisiológicos, que la vida sedentaria, la alimentación desequilibrada y el estrés cotidiano agudizan, pocas mujeres obesas o delgadas se libran de este problema.

Siendo conscientes de que esto, además, afecta a nuestra salud y que con el paso del tiempo nuestro equilibrio biológico natural se ve perturbado, perdiendo nuestro cuerpo tono, firmeza, nuestra estructura corporal se hace más pesada, se deforma, por tanto aquí se proponen distintas soluciones, sin tener que recurrir a la cirugía estética. La finalidad de este primer tratamiento es efectuar un remodelado adelgazante de las piernas para reconstruir su morfología original, éste se dirige a las mujeres que sufren a la vez una celulitis localizada excesiva y un fenómeno de piernas cansadas aparente, con hinchazón, sensaciones de dolor y molestias agudas.

Los efectos se aprecian en seguida: alivio, deshinchado de las piernas, drenaje, reducción de la celulitis y la piel de naranja. Otro tratamiento que se puede sugerir va indicado, además, para conseguir una acción adelgazante; se apoya y refuerza con un complejo lipolítico y drenante encargado de quemar las grasas liberadas y evacuarlas, rompe las conexiones responsables de la formación de cúmulos de células grasas y de su posterior depósito e inserción bajo la piel.

Hay otra posibilidad, a través de otro tratamiento corporal de gran suavidad y totalmente original, éste asocia una técnica de expoliación y con oligosales y algas, que permite obtener un trabajo osmótico eficaz sobre los tejidos congestionados; se observa con él una eliminación evidente, una lisado visible de la celulitis y una suave sensación de pureza de mayor bienestar. La misma piel cambia de textura, más suave, más sedosa, y en varias sesiones es un tratamiento de adelgazamiento, muy adecuado para sobrepeso generalizado, con retención de líquidos. Tenemos muchas más alternativas, pero hay, por tanto, algunos ejemplos de cómo atacar los diferentes problemas, teniendo en cuenta que cada persona es un mundo y que los tratamientos deben ser personalizados, adecuándose siempre al perfil de la persona que se va a tratar.

En ocasiones no es la celulitis o la obesidad lo que más preocupa, en ocasiones es la falta de tono, la flacidez, en esos casos se puede recurrir a la bioelectroestimulación y a la radiofrecuencia, las cuales nos ayudarán a que nuestra piel recupere la tersura, elasticidad y firmeza donde más lo necesitamos, tanto en el rostro como en el cuerpo, son tratamientos muy personalizados de zonas específicas; resultan maravillosos en los brazos, y los resultados se pueden constatar en un número de seis a diez sesiones.

Desde el principio estas modernas tecnologías consiguen a la vez eliminar la celulitis, tonificar y reafirmar, son alternativas a la cirugía, al ejercicio físico, a los masajes y de entre todos los métodos de tratamiento antes de llegar al quirúrgico la bioelectroestimulación y la radiofrecuencia se han mostrado como los más eficaces para una regeneración celular, recuperación de los tejidos dérmicos y producción de colágeno mejorando las funciones vitales de nuestra dermis y, por supuesto, corrigiendo la flacidez y las arrugas.