El tamaño medio, el estampado animal y los colores atemporales se impondrán el próximo verano en los bolsos, según las tendencias apuntadas en la trigésima edición de la feria Modacalzado+Iberpiel que se celebra estos días en Madrid, que no olvida los clásicos de paja y rafia.

Y es que el estampado animal es una tendencia que aguanta el paso del tiempo y se reinventa temporada tras temporada: en la próxima primavera la imitación de pieles de animales salvajes tendrá como estrellas el cocodrilo, la serpiente y el lagarto y otras más novedosas como el avestruz o el poni.

El avance de tendencias de la Asociación Española de Fabricantes de Marroquinería apunta a la naturaleza en estado puro y, al tiempo, a las nuevas tecnologías que marcan colecciones funcionales en las que se conjugan las necesidades laborales y personales de la mujer, con un tamaño que permita guardar los dispositivos móviles como tabletas.

Son modelos todoterreno, urbanos modernos y prácticos con asa media o larga, aunque también se mantiene el modelo tipo saco o en forma de cubo de años anteriores.

Colores como el blanco puro y el marfil, acompañados de tonos arena, marrón cuarzo, mostaza, topo, piedra y negro predominan en el día.

Para la noche y las grandes ocasiones, bolsos pequeños de mano tipo joya como los de la colección de la diseñadora Juana Llop, que ha apostado por tonalidades muy vivas en rosas, azules y verdes, junto a los metalizados en oro y plata.

Pero también hay guiños de esta diseñadora catalana a los años 60 y 70, con una estética urbana y estampados de motos Vespa o coches descapotables. Mientras, en los años 80 se ha inspirado Punto Tres, que se apunta a la moda del estampado animal en atrevidos colores.

Los remaches tridimensionales, adornos sobre las pieles, el neopreno y el vinilo o las asas grandes en materiales metálicos son algunos de los adornos que se verán la próxima temporada.

Pero el verano no es tal sin los bolsos de paja y rafia, un básico que volverá en el modelo de capazo en todos los tamaños y que, como la colección de Salvador Mullet, contrasta el material natural con algodones blancos o colores flúor, motivos florales e influencias étnicas.