Una de las principales cualidades cosméticas del chocolate es su alto contenido en antioxidantes, como los polifenoles, que también son capaces de reducir la inflamación de los vasos sanguíneos. Por eso, el chocolate es ahora el condimento de los nuevos tratamientos anticelulíticos, porque al mejorar la microcirculación, es capaz de devolver la firmeza y ponerle fin a la piel de naranja.

Los antioxidantes que contiene el chocolate son muy importantes a la hora de luchar contra el envejecimiento; y los aminoácidos esenciales ejercen sobre la piel un efecto tensor inmediato y visible. En definitiva, el chocolate tiene efectos lipolíticos, antioxidantes, drenantes, vitalizantes, suavizantes e hidratantes.

La chocolaterapia es una tendencia cada vez más extendida en los salones de belleza y con más adeptos. En todo caso y, aparte de sus efectos psicológicos, está demostrado que el cacao contiene sustancias lipolíticas, anticelulíticas y adelgazantes que lo convierten en un eficaz tratamiento corporal.

La chocolaterapia triunfa y, sin dejar de lado otros cosméticos, es demandada no sólo por sus efectos estéticos, sino por la carga de sensualidad que conlleva.

En general, el consumo de cacao mejora el ánimo gracias a que contiene una sustancia denominada teobramina, que induce la producción de beta- endorfinas. Estas hormonas son las responsables directas de las sensaciones de tranquilidad, relajación y felicidad. Un capricho para los sentidos.