Tener un animal en casa conlleva una gran responsabilidad. Desde el momento en el que entra en nuestro hogar debemos hacernos cargo de él. Pensad que es como un bebé: tienes que cuidarlo, darle cariño y jugar con él. Es mucho el tiempo que hay que dedicarle.

En caso de tener un gato como mascota, es muy importante que esté vacunado y desparasitado (interna y externamente), ya que existen multitud de enfermedades causadas por virus que se encuentran en el medio ambiente. Eso sí, antes de vacunarlo es aconsejable desparasitarlo para mejorar la eficacia de la inyección.

También es conveniente esterilizar al animal ya que así evitarás camadas no deseadas y mejorarás la calidad de vida tanto de los animales como la de las familias con las que conviven. Pero, ¿Qué otras obligaciones poseen los propietarios de gatos? ¿Qué dice la ley española al respecto?

Hay que destacar que España, en materia de justicia y protección de los derechos de los animales, anda muy escasa, aunque sí que es cierto que se están dando pasos para mejorar este aspecto. Por el momento, según la ley, las obligaciones como propietario de animales de compañía y, en especial de gatos, son:

  • Mantenerlos en buenas condiciones locativas apropiadas. Hay que asegurarse de que vive en un lugar limpio, además de luminoso, amplio y aireado.
  • Tienen que tener el espacio suficiente si se les traslada de un lugar a otro. Los viajes son una experiencia que les causa mucho estrés a los animales, sobre todo a los gatos. Si van en trasportines pequeños o en un medio de trasporte que no ha sido acondicionado para que el animal pueda ir bien, lo más normal es que surjan problemas.
  • Ofrecerles abrigo apropiado contra la intemperie, pero solo cuando lo requiera, o protegerles contra las fuertes temperaturas para evitar los golpes de calor, que son una amenaza mortal para vuestro mejor amigo.
  • Facilitarles la alimentación adecuada (de calidad y la cantidad que sea necesaria) para su desarrollo. También hay que suministrarles bebida, así como las medicinas y los cuidados necesarios para su salud y bienestar.
  • Responsabilizarnos de los daños y perjuicios que ocasione, pero solo en el caso de los gatos callejeros. Cuando das de comer a un gato de la calle con mucha asiduidad, tienes que procurar dejar limpio el suelo, sin resto de comida.
  • Y por supuesto, está prohibido abandonarles, mutilarlos y maltratarlos.