Situaciones de extremo sufrimiento del animal, casos de enfermedad infectocontagiosa grave que comprometa la salud de personas y del resto de perros o signos claros de peligrosidad. Son los tres únicos casos en los que la Diputación permite el sacrificio de perros conforme al nuevo contrato de recogida de canes abandonados en los pueblos zamoranos de menos de 5.000 vecinos.

En caso de que "por razones humanitarias, de salud pública o de seguridad" sea necesario sacrificar a algún animal, esta muerte se realizará "bajo prescripción veterinaria y previo informe que justifique la causa de tal decisión". No obstante, la autorización para el sacrificio siempre tendrá que tener el visto bueno de la Diputación de Zamora, entidad que adjudica el contrato con un presupuesto de 96.000 euros y una vigencia de tres años. Para el sacrificio del animal, se emplearán métodos "que impliquen el mínimo sufrimiento así como la pérdida inmediata del conocimiento o anestesia general profunda", según estipula el pliego de condiciones. Además, la concesionaria deberá de realizar las acciones necesarias para dar a conocer la presencia de los perros en el centro con objeto de que puedan ser adoptados "por personas responsables y en riguroso orden de petición", establece el contrato provincial.

La nueva adjudicataria de la prestación deberá realizar "cuantos servicios de recogida se requieran solicitados por los ayuntamientos a la Diputación, desde donde se notificará a la empresa adjudicataria la orden. También podrán hacerlo las fuerzas y cuerpos de seguridad, que se pondrán en contacto directo con la empresa y podrán demandarlo a cualquier hora del día y los siete días de la semana. En todos los casos, "el animal abandonado deberá estar localizado y cofinado en un recinto o por algún medio físico que impida su huida antes de la llegada del servicio".

Para efectuar la recogida, el contrato establece un plazo máximo de doce horas desde el aviso de recogida a la empresa adjudicataria. En casos de urgente necesidad, entendidos como tales aquellos en los que se comprometa la seguridad de las personas o la seguridad vial, el tiempo de respuesta de la empresa adjudicataria tendrá que ser inferior a cuatro horas.

Los perros permanecerán en "condiciones higiénico sanitarias necesarias y con la atención veterinaria adecuada y continua, cuyo coste será asumido por el adjudicatario. Las instalaciones dispondrán de un número suficiente de perreras individuales para poder albergar los animales recogidos hasta su adopción.