El hombre es una especie que me cae bastante bien" bromea esta mujer "decidida y más femenina de lo que parece". Dolo Beltrán comparte, desde hace dos décadas, las giras de su grupo, Pastora, rodeada de músicos varones, y en clara minoría, lo que a veces la ha hecho sentir como "de otro planeta". "Para ellos todo es más elemental, más básico. Son menos complicados: ahora curramos, nos reímos, luego descansamos... Sin más, sin segundas intenciones", señala.

Piensa que hombres y mujeres tienen distinta sensibilidad y que las hormonas representan su papel. "Nosotras vivimos unos cambios que ellos no experimentan, y a menudo cuesta que te comprendan".

A sus 38 años cita tres relaciones importantes. Una experiencia que ha encaminado sus preferencias hacia un tipo hombre "seguro de sí mismo y sobre todo muy tío, muy masculino". La actriz, que en su último papel televisivo Infidels (TV3), encarnaba a una joven lesbiana, lo tiene claro: "Me encanta el hombre muy varonil, tipo leñador, jaja". Su sonrisa la delata: ese hombre tiene nombre, Siro, y juntos comparten casa en el bosque desde que se cruzaron hace año y medio entre el público del Sónar. "Fue un flechazo absoluto", reconoce. Beltran no escatima elogios a su chico. "Es muy sociable, detallista, un poco a la antigua. Me hace gracia cuando me dice: ´Conmigo, a ti no te va a pasar nada´, jaja. Creo que hacemos buena pareja".

No soporta al típico "guapito de cara que va de sensible y te vende la moto. Es el tipo de tío que me ha sido infiel". O el que huye del compromiso. "Uy, de esos hay mogollón". Ella confiesa: "Soy de las que sufren, me implico mucho".

En cualquier caso, apuesta por la convivencia. "Soy carne de pareja. Me hace muy feliz llegar a casa y encontrar a alguien". Su chico es ajeno al mundo del espectáculo, un punto más a su favor, a juzgar por experiencias previas con algún colega. "Suele haber celos, les cuesta que a su chica le vaya mejor". Quizás la razón está en la inseguridad masculina. "Pienso que tienen más tabús, más temores€ a no dar la talla, a comprometerse€".

Respecto a la paternidad, por ejemplo. "Antes de conocer a mi pareja estuve cuatro años sola y me planteé ser madre. Antes la gente tenía hijos a los 20 años. Ahora les hemos dado más tiempo, pero ¡a los treinta y pico siguen con miedo! Acabarán siendo padres a los 50 años con chicas de 30".

Desde niña, su universo familiar ha sido femenino, pero bajo un patrón patriarcal a la antigua usanza. "Padre chapado a la antigua y madre que ha manejado la situación para ser quien cortaba el bacalao". Ella, afirma, es menos sutil. "A veces me digo: ´Qué tonta eres, Dolo. La has cagado y sabes que actuando de otro modo hubieras logrado lo que querías sin problemas´. Pero eso es un arte. Requiere autocontrol y es muy cansado". Cree que pervive mucho tópico en torno, por ejemplo, a la relación entre mujeres, sus "cotilleos y malos entendidos".

Y sobre la infidelidad, que a su juicio afecta igual a todos. "A nadie le gusta que le sean infiel. Es algo que yo no haría. Si lo haces y es una tontería, sé discreto. Si hay doble vida, quiero saberlo y decidir".

En su opinión, el error común de hombres y mujeres al relacionarse es no escuchar al otro. "Proyectamos en alguien un deseo (ser madre o eso del nidito y la hipoteca), y quizás aquella persona no quiere lo mismo que tú".

¿Qué envidia del otro sexo? "Yo creo que nada. Quizás el no tener que depilarse, algo que odio. O eso que suelen hacer los hombres de practicar deporte con los amigos. Nosotras siempre quedamos para cenar y hablar". Sobre la igualdad, Beltran opina que la mujer sigue más estresada y pluriempleada. "Tenemos que aprender a delegar, queremos ser superwoman y es evidente que si no das responsabilidades, la gente no las asume".

Tras unos meses dedicada al teatro y a Volare, la tv movie de Joaquim Oristrell, escribe un libro de cuentos, a partir de monólogos que a veces improvisa en sus conciertos.

"Sobre las relaciones, lo que más me inspira, como no soy cantante protesta...".