Una boda en el Caribe con la "reina de corazones", un Premio Nobel, un tenista famoso, la hija de un exministro, la hija de un marqués y la de uno de los cantantes más famosos del mundo bien vale adelantar la tirada un día en el quiosco y pagar unos cuantos miles de euros. "¡Hola!" ha hecho lo que era un secreto a voces: servir en exclusiva la boda de Ana Boyer y el tenista Fernando Verdasco.

La pareja se casó el jueves en la isla de Mustique rodeada de su familia, con Isabel Preysler como gran protagonista (con permiso de la novia) y acompañada de su novio, el Nobel Mario Vargas Llosa.

Su benjamina, Ana, hija del malogrado exministro de Hacienda Miguel Boyer, estuvo acompañada de sus hermanos Tamara (hija del Marqués de Griñón), Chabeli (hija de Julio Iglesias) y Julio José (hijo también del cantante), que hizo de padrino. No estuvo Enrique Iglesias, de cuya ausencia la revista da los motivos en las páginas del interior. Hasta el Caribe se fueron también los Verdasco, que han pasado más desapercibidos.

La portada de "¡Hola!" de esta semana está completamente ocupada por los guapos novios (de blanco ella, de crema él; morenos los dos), cuya boda, por su secretismo, ha sido escrutada hasta la saciedad y también criticada.

En la foto de ambos, ni rastro de preocupación, aunque sí se puede percibir en la mirada de Ana Boyer cierta tristeza, lo más seguro por acordarse de su añorado padre en un día tan señalado.

Por lo demás y según la revista, todo fue según lo esperado y sólo hubo risas, diversión y emoción. Abundan las fotos y los posados (algunos esperadísimos, como el de Ana y Vargas Llosa), así como el relato de las muchas anécdotas del original enlace nupcial: una iglesia de bambú, una isla de lujo, joyas exclusivas...