Jeremy Meeks, el preso estadounidense que revolucionó las redes por su enorme atractivo, es libre. Arrestado en el verano de 2014 y condenado a 27 meses de cárcel, el joven anunciaba hace pocos días su puesta en libertad este mes de marzo.

Meeks, al que le espera un futuro prometedor como modelo, colgaba el pasado día 3 de marzo un selfie junto a uno de sus hermanos, que no solo ha heredado los mismos ojos de color verde claro, sino también el atractivo que lanzó al estrellato mediático a este presidiario de 30 años. "Esperando reunirme con mi familia #6días", escribió junto a la instantánea familiar.

Jim Jordan, el feliz representante del exrecluso, confirmaba al portal Buzzfree haber mantenido conversaciones con diferentes agencias de modelos y con distintas productoras de cine, interesadas en contar con los servicios de Jeremy. "Tenemos un montón de cosas pendientes", aseguraba el manager, que añadía el buen trato del resto de los presos del Correccional Federal de Mendota con su representado. "Los otros reos fueron realmente buenos con él", subrayó Jim. Meeks colgaba, además, un posado fuera de presidio junto a Jordan en el que rezaba: "Quiero agradecer a mi familia y a todo el mundo por su amor, apoyo y plegarias. Estoy abrumado y agradecido por lo que se avecina. Estoy listo".

En 2014, cuando una fotografía colgada por la policía en Facebook le visualizó ante el mundo, TMZ confirmó las ofertas de trabajo que le habían llegado al atractivo recluso, incluido el proceso de eliminación de sus tattoos por parte de una conocida compañía de tatuajes estadounidense. Meeks firmó, además, un contrato con la agencia White Cross Management, que guiará sus primeros pasos en el mundo de la moda. "Nunca pensé que todo el mundo me reconocería por mi apariencia, así que me siento extremadamente bendecido y muy agradecido", comentó el excautivo al diario Daily Mail.