La Inspección Penitenciaria ha descartado "rotundamente" que haya habido trato de favor alguno en la cárcel a la tonadillera Isabel Pantoja, que permanece en la prisión sevillana de Alcalá de Guadaira desde el pasado mes de noviembre para cumplir una condena de dos años por blanqueo de capitales.

Así consta en la conclusiones de la investigación reservada que ordenó el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, a la Inspección Penitenciaria después de las denuncias suscritas por funcionarios de la cárcel de Alcalá de Guadaira por un supuesto trato de favor a la cantante.

Como ha informado el Ministerio del Interior, los inspectores han acreditado que, frente a las denuncias, no ha quedado acreditado, por ejemplo, que la interna desayunara en el economato de la cárcel con la directora del centro, María Isabel Cabello, y el subdirector de Seguridad momentos antes de salir el 1 de junio de permiso penitenciario.

Este era uno de los tratos de favor que denunciaron algunos sindicatos de Prisiones. La directora desmintió públicamente las acusaciones, que atribuyó a dos funcionarias resentidas, pero más de medio centenar de trabajadores de los 87 trabajadores de la cárcel respaldaron en un escrito la situación de malestar que existía por el trato a Pantoja.

Han sido diez días de investigación de dos funcionarios de la Inspección, que, según Interior, han desmontado "punto por punto" ese supuesto trato de favor y comprobado "in situ" la ausencia de privilegios con una "exhaustiva investigación".

Para ello, han tomado declaración a "una muestra significativa de la plantilla de la cárcel y a algunas internas, además de analizar la documentación de caso y registrar sorpresiva y minuciosamente la celda de Pantoja.

Interior ha difundido las conclusiones porque el titular de este departamento, Jorge Fernández Díaz, ha querido que en este caso hubiera "absoluta transparencia" a la hora de publicitar los resultados de las pesquisas.

Quince conclusiones de un informe que termina asegurando que los inspectores concluyen que "no existen indicios ni evidencias de ningún trato de favor respecto a la interna Isabel Pantoja Martín por parte del equipo directivo de Alcalá de Guadaira".

En una de ellas la Inspección responde al sindicato ACAIP, que pidió explicaciones sobre posibles obras de mejora en el módulo y celada de la tonadillera, y asegura que es "rotundamente falso" que se hicieran por ella y que las que se efectuaron se planificaron mucho antes del ingreso de Pantoja.

Ni teléfono móvil, ni ordenador ni microondas han encontrado los inspectores en la celda de la cantante, así como cualquier otro objeto prohibido. De hecho, en los 14 cacheos que se han realizado en su celda desde su ingreso, no se ha hallado ningún elemento prohibido.

Respecto a la denuncia de que ocupaba una celda individual, se ha constado que de los siete meses que lleva en la cárcel, cinco ha tenido compañera hasta que ésta ha salido de la prisión, "lo que evidencia que no ha existido trato de favor". Actualmente, 24 de las 164 internas ocupan celda individual por decisión del equipo técnico.

Tanto la reorganización de los servicios de vigilancia como de la asistencia sanitaria en el centro se han debido, según el informe, a requerimientos que ya hizo la propia Inspección hace tiempo y no a la presencia de Pantoja.

Desmiente asimismo que la tonadillera viva en un "resort con caña de lomo y jamón de jabugo", como se dijo, y afirma que sus condiciones son exactamente las mismas que las del resto de internas.

Otros supuestos privilegios, como que asistía a un curso de confección industrial sin estar incluida en la lista de alumnas, han sido negados por la Inspección, que ha comprobado como un "punto negativo" de conducta que se el imputó se emitió "inadecuadamente".

Sobre las denuncias de que la directora pasaba mucho tiempo en la celda de Pantoja, el informe resalta que María Isabel Cabello tiene una "dedicación intensa" al centro y una atención directa a las presas, de tal modo que su forma de gestión ha contribuido a que Alcalá de Guadaira "registre los índices de conflictividad más bajos de las cárceles españolas".