Estos dos futbolistas pueden presumir de compartir equipo, afición y ahora de estrenar casi a la par su paternidad. Pero ahí no queda la cosa, porque además el centrocampista y el defensa pueden decir que han vivido en la misma casa.

Habrá cientos de lujosas casas en la ciudad condal, pero Cesc Fábregas y su novia Daniella Semaan han tenido que elegir la residencia donde vivía hasta la fecha su compañero y amigo Gerard Piqué, con su embarazadísima novia Shakira.

Este fin de semana ha sido de lo más movidito para estos dos jugadores del F.C. Barcelona. Además de atender sus compromisos deportivos, han tenido que trasladar las pertenencias de domicilio y como bien compañeros que son han compartido el camión de mudanza.

Gerard Piqué lleva esperando este momento desde el pasado mes de mayo, cuando encontró el perfecto nidito de amor para comenzar su nueva vida ahroa que va a ser padre. La nueva residencia del defensa y Shakira necesitaba una pequeña reforma, y ahora que la casa ya está lista para ser ocupada Piqué se ha apresurado para ponerla a punto para la llegada de su primer hijo.

Lo curioso es Gerard Piqué ha alquilado su residencia a su compañero y amigo Cesc Fábregas, un lujoso ático en el centro de la ciudad condal, y han hecho su mudanza al mismo tiempo, compartiendo incluso los portes del camión de mudanza.

Mientras uno sacaba sus pertenencias el otro las metía en el domicilio, que también va a ser el escenario de un nuevo nacimiento, puesto que el centrocampista también será padre de su primer hijo el próximo año.

Pero al que le corría más prisa hacer esta mudanza era a Gerard Piqué, puesto que se espera que el próximo año se convierta en padre junto a Shakira y tiene que instalarse y acondicionar cuanto antes su casa, para que su chica pase lo más cómodamente posible la última recta de su embarazo.

Así, con una gran grúa de unos veinte metros de altura y junto a media docena de operarios, Cesc Fábregas y Gerard Piqué se han mudado de casa, y han conseguido que su traslado sea rápido y eficiente, aunque no hayan podido evitar la mirada de los paparazzis, que han captado cada caja que entraba y salía por la puerta.